60 aniversario Hermandad nuestra señora de la piedad (1964-2024)
“Tres grandes obras son el tributo de agradecimiento con que ha pagado esta Comunidad de Carmelitas Descalzos la cordial hospitalidad, con que los nobles hijos de Burriana recibieron a sus primeros fundadores […]: la Iglesia de San José, el Colegio Niño Jesús de Praga, y el Salón de Actos “Niño Jesús de Praga”. Los Carmelitas Descalzos en Burriana. Con licencia eclesiástica. Ed 1930.
Niño Jesús de Praga era el nombre oficial que los PP. Carmelitas designaban para cualquier actividad o institución dedicada a los niños y jóvenes.
El 5 de mayo de 1963 se reunió el Reverendo Padre Leopoldo Blanch con un grupo de antiguos alumnos del Colegio Niño Jesús de Praga de los Padres Carmelitas Descalzos con la idea de crear una cofradía para contribuir al esplendor de la Semana Santa de Burriana. El acuerdo de aquel encuentro fue que el Rdo. P. Leopoldo consultaría con los superiores de la Orden de Carmelitas Descalzos dicha propuesta.
Así pues, hechas las consultas y negociaciones previas, el 16 de junio de 1963 se reunieron en una de las salas del convento carmelitano el Reverendo Padre Vicente Pitarch, prior de la comunidad de frailes Carmelitas de Burriana, el Reverendo P. Leopoldo Blanch, director del colegio, y un grupo de antiguos alumnos. Este día comenzó a andar la hermandad constituída bajo la invocación de Nuestra Señora de la Piedad.
En aquella época se fundaron diversas cofradías y hermandades que empezaron a desfilar por las calles de Burriana acompañando al Santo Sepulcro (1928) en la procesión del Viernes Santo: Oración de Nuestro Padre Jesús en el Huerto (1961), Nuestra Señora de los Dolores (1962), Ecce-homo (1963), Santa Faz (1968) y finalmente la Cofradía del Santísimo Cristo del Mar (2005)
Tras varios estudios y asesoramiento sobre modelos de traje para desfilar en las procesiones, se aceptó por mayoría elegir la vesta especialmente diseñada por D. Joaquin Ortells Vernia. Constaba de terciopelo morado, con fajín, manguitos, guantes y caperuza blancos con la insignia bordada. Esta consta de la corona de espinas con la cruz, el sudario, la lanza y el hisopo.
La primera tela de aquel desfile procesional salió de la tienda Almacenes La Fábrica, propiedad de D. Antonio Fortea Blasco, popularmente conocida como la gorrería situada en el carrer de Sant Vicent.
La primera aparición en público fue el Martes Santo de 1964. Por falta de medios materiales y sobre todo económicos, solo desfiló la carroza con una cruz de cartón y el sudario. Queda en el recuerdo de los fundadores y público asistente, y así se ha transmitido de generación en generación, la insistente lluvia que hizo presencia aquel día por las calles de Burriana. En aquel trienio (1963-1966) era superior de la comunidad de frailes Carmelitas el P. Vicente Pitarch quien presidió la procesión inaugural. Un hombre con una sólida formación cultural y humana. Muy elegante, solemne en las celebraciones litúrgicas y trabajador por las cosas de la orden carmelitana. Sobre aquel día nos queda una anécdota. Tras la insistente lluvia una feligresa que contemplaba el desfile fue con un paraguas para que el Rdo. P. Prior no se mojara. En ver el P. Vicente que allí no había nadie que se salvara de la lluvia, muy educadamente y con solemnidad (como era el) le agradeció el detalle, pero amablemente le dijo: “Gràcies, però no tindrà prou paraigües per a tots els confrares que desfilen en la processó”.
El conjunto artístico se inauguró la semana santa de 1965, obra escultórica del artista valenciano D. Octavio Vicent, muy vinculado a la orden religiosa. Juntamente con su padre D. Carmelo enriquecieron el templo de San José de los PP. Carmelitas con otras doce obras. Otros rincones de nuestra ciudad están embellecidos con obras artísticas de este autor como el Cristo Salvador (1972) que preside el altar mayor de la Basílica El Salvador o la estatua del Plà de D. Jaime Chicharro (1961).
El 12 de abril de 1965 se bendijo en su totalidad el paso procesional de Nuestra Señora de la Piedad por el Rdv. P. Provincial de Aragón-Valencia Felipe de la Immacula (Manuel Torres Rubert) hijo de Burriana, apadrinando la talla en madera los PP. Carmelitas de la comunidad religiosa de nuestra ciudad.
La imagen representa a la Virgen al pie de la cruz y el sudario con su hijo muerto en sus brazos. Conjunto artístico que evoca un gran realismo y una gran belleza y sencillez a este momento histórico de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Con este paso procesional se transmite la fe como una auténtica lección catequética representando de una manera universal el sufrimiento y sacrificio del mundo.
Para tal ocasión también se encargó la elaboración de un estandarte que data del año 1964 y preside las procesiones de la semana santa y se expone el jueves santo en la adoración al santísimo sacramento. La exquisita pieza fue cosida a mano estampando en las telas la insignia de la hermandad. En la parte baja-central se encuentra el escudo del Niño Jesús de Praga ,que representa al colegio, flanqueado este por los escudos de la Orden de Carmelitas Descalzos y de Burriana.
Este fue un encargo provisional ya que esta era en principio la parte trasera del estandarte. En la parte delantera estaba proyectada la confección bordada de la Virgen. El transcurso del tiempo y los medios económicos hicieron que aquella pieza que se inauguró hace ahora 60 años está exactamente igual que entonces y continúe presidiendo los actos de la hermandad. En 2017 se forró la parte trasera del estandarte sustituyendo la tela blanca por una morada.
El itinerario procesional del Martes Santo también ha sufrido cambios a lo largo de estos cincuenta años. El recorrido original constaba de las siguientes calles: Camí d’Onda, carrer dels Frares, carrer de la Encarnació, Raval, Plà i carrer de Sant Vicent. Posteriormente por considerar el recorrido demasiado corto, en 1982 se prolongó. Era igual que el anterior pero al llegar al Plà se continuaba por la Plaça Major, carrer Major, carrer de la Puríssima, carrer de Sant Xotxim i carrer de Sant Vicent. En 1994 se produjo la última remodelación siendo hasta la actualidad las calles por las que desfila el Paso de la Hermandad de Nuestra Señora de la Piedad la noche del Martes Santo: Camí d’Onda, carrer del Cor de Jesús, carrer de la Encarnació, Raval, Plà, Plaça Major, carrer Major, carrer de la Puríssima, carrer de Sant Xotxim i carrer de Sant Vicent para retirarnos a nuestra sede.
Cabe destacar como una página más de la historia de nuestra hermandad la creación de un grupo de camareras de la Virgen haciendo su primera aparición pública en la semana santa de 1982.
Durante todos estos años la Junta de Hermandades se ha esforzado por ir mejorando los actos de la semana santa y hacer innovaciones y nuevas incorporaciones. Así pues, en el año 1996 se produjo el primer Pregón de la Semana Santa de Burriana. La sede de nuestra hermandad, la Iglesia de San José de los PP. Carmelitas, ha acogido este acto en tres ocasiones. La primera fue en el año 2001 a cargo del Rdo. P. Eduardo Sanz (OCD). El 2007 se volvió ha repetir la experiencia. En esta ocasión corrió ha cargo de D. Francisco Ventura. En 2014, año del cincuentenario, nuestra iglesia volvió a coger de nuevo el testigo y se pronunció el pregón de la semana santa a cargo del cofrade Benjamín Monfort Felis. En 2019 ha sido también en la sede de nuestra hermandad siendo el orador D. Guillem Ríos Canós.
Muchos fueron los esfuerzos y sacrificios que se tuvieron que realizar para la formación de la hermandad que durante años fue nutrida preferentemente, de alumnos y antiguos alumnos del colegio.
En la actualidad vivimos y padecemos una profunda y gran decadencia en la citricultura. Una actividad económica que amaraba gran parte de los movimientos sociales, culturales y religiosos de nuestra ciudad. Esta lenta expiación, paradójalmente, viene acompañada de la crisis vocacional, y que paulatinamente hace que desaparezcan las órdenes religiosas que nos acompañado durante el siglo XX, y se han encargado de la formación de miles de burrianenses, y en consecuencia, se evapore su influencia espiritual.
A nuestra propia intrahistoria se une un cambio radical de época en la que recordamos al Papa Francisco dirigiéndose a la curia romana: “Hoy no somos los únicos que producimos cultura, ni los primeros, ni los más escuchados”.
Con la llegada de los primeros buques ingleses hacia 1870 a Burriana, en una ciudad en plena efervescencia económica, nuestras naranjas viajaban por toda Europa. Gracias a este esperanzador comercio internacional se instaló una burguesía adinerada, que vio el momento oportuno de colaborar en la magnánima obra al culto religioso. Fue la época en la que las órdenes religiosas buscaban su implantación o restauración de los antiguos conventos en España, después de la desamortización de Mendizabal de 1836.
Burriana vivió una auténtica eclosión de espíritu religioso instalándose dos grandes y amplios conventos: las Madres Dominicas (1890) y los Padres Carmelitas (1896), que ya no están entre nosotros.
La Iglesia de la Sagrada Familia, y la Iglesia de San José son las sedes de la Hermandad del Santísimo Ecce-homo y de Nuestra Señora de la Piedad, que procesionan y participan durante la Semana Santa, y que este año celebran el 60 aniversario de su fundación. La Iglesia de la Sagrada Familia ha pasado a ser recientemente sede de la parroquia Nuestra Señora Virgen de los Desamparados. El convento es ahora Centro de Salud Mental San Martín de Porres. Por su parte la Iglesia de San José la titularidad continúa siendo de los Padres Carmelitas estando abierta al culto todos los sábados y días de precepto. Así mismo, las dependencias del convento continúan utilizándose para el uso académico y educativo del colegio que se fundó en 1921.
Aún así, no deja de plantearse un futuro incierto en el transcurso de una historia, que nunca deja de sorprendernos.