Trump en positivo
Ciertamente resulta muy complicado buscarle algún aspecto positivo al nuevo e iluminado presidente de los Estados Unidos. En la mente de todas y todos está el peligro que entrañan sus ideas absurdas con las que va a dirigir el país más poderoso del mundo, y el peligro en el que está poniendo la, ya de por sí frágil, estabilidad mundial con ellas.
Sin embargo, no tenemos que irnos muy lejos (Ceuta y Melilla) para ver otros muros de espinas levantados no hace demasiado tiempo y que, a pesar de haber dejado de ser noticia, siguen estando ahí, "protegiendo" nuestras fronteras... y que no difiere tanto de ese que quiere construir Trump en la frontera de México, ¿no? Como tampoco es tan diferente de algunas cuestiones que ha planteado nuestro presidente en cuanto a aspectos como sus "intervenciones de plasma" en la prensa o la utilización de otras lenguas que no sean la "oficial" en la web de la Moncloa... O nuestra ley mordaza, que atenta directamente a la libertad de expresión.
Pero mira, yo le veo cosas positivas a este señor de tupé rebelde y cerebro retrógrado, y es que con un poco de suerte nos va a librar del TTIP.
Sí, ese tratado comercial que se estaba tramitando en Europa de tapadillo, y que dejaba peligrosamente al descubierto cuestiones relacionadas con la sanidad alimentaria y que, gracias al proteccionismo exacerbado de Trump, nos va a ahorrar tener en nuestros mercados carne hormonada, productos transgénicos o sustancias químicas tóxicas, que ahora están reguladas y controladas por nuestros sistemas de protección y que con el TTIP circularían libremente.
También nos libraremos de que las grandes corporaciones empresariales puedan poner en aprietos a los estados en los que se instalen, ya que con el TTIP podrían incluso anular leyes de sus propios Parlamentos, lo que supondría una pérdida de la soberanía de dichos Estados, así como un claro retroceso en derechos laborales y una mayor desigualdad entre grandes empresas y pequeños comercios.
En definitiva, con Trump tal vez veamos una tercera Guerra Mundial o un nuevo Holocausto (recordemos que Hitler también fue elegido en las urnas), pero, con un poco de suerte, nos va a evitar más pérdidas de empleos (que con nuestra reforma laboral ya vamos bien servidos), más privatizaciones (que nuestros políticos ya se las arreglan solitos), menos derechos sociales (¿qué os puedo decir que no sepáis?), mayor control de la ciudadanía (como si no estuviéramos suficientemente controlados) y una mayor degradación de la democracia (sin comentarios)...