La revolución del PP
Oír a Andrea Levy tildarse de revolucionaria podría ser hasta divertido, si no fuera por la cruda realidad que existe detrás de sus palabras triunfales sobre el mercado laboral y las leyes retrógradas que su partido ha aprobado en los últimos años.
No, Andrea, no. No se puede ser revolucionaria si nunca has tenido que estar pendiente de tener unas buenas notas con las que obtener una beca que te dé la oportunidad de seguir estudiando, o si no has tenido que hacer una larga cola para darte de alta en el SERVEF al acabar tu formación universitaria. No se puede ser revolucionaria cuando tu sueldo, seguramente, quintuplicará (como poco) el mínimo interprofesional.
Tu declaración me suscita muchas dudas y no porque crea que para ser revolucionaria una persona ha de ser pobre y de izquierdas (que ya te digo yo que ayuda), sino porque tengo la impresión que desde la perspectiva que tienes de las cosas, con una vida acomodada en un barrio "bien" de Barcelona, no te permite tener el enfoque acertado de la realidad que te rodea a no demasiados metros de tu casa. Solo te deberías dar un paseo por el barrio de Gracia o el Raval, un poco más lejos, para darte cuenta que no todas las personas tienen las mismas oportunidades y muchas, muchas, tienen serios problemas para llegar a fin de mes.
Y es que tu partido (ese que también calificas de revolucionario) ha llevado a cabo una reforma laboral que ha traído a nuestro país una precariedad laboral y de salarios, que hace que muchos trabajadores y trabajadoras, aun teniendo un empleo, no puedan más que subsistir malamente hasta la siguiente nómina (y eso si tienen suerte de estar regularizadas, ya que también hay muchas que se deben conformar con trabajar sin que se les contrate legalmente).
Esa reforma laboral que tiene mucho que ver con la huelga de los empleados y empleadas de seguridad del aeropuerto de El Prat, que han visto cómo menguaban sus sueldos y crecían las horas de trabajo, al ir reduciéndose la plantilla considerablemente, para ajustar costes (es lo que pasa cuando se accede a un concurso público a la baja)... Sin embargo, Aena ha incrementado sus beneficios en un 39'7% respecto al año pasado... y es que en esto de las privatizaciones y externalizaciones de servicios, tu partido también sabe mucho.
Como también tiene que ver con ese movimiento, al que convenientemente se ha tachado de "turismofóbico", y que en realidad es una llamada de atención hacia esa forma neoliberal de entender el turismo, en el que nuestro país está inmerso y que reporta beneficios solo a algunos, mientras otros siguen trabajando por sueldos miserables y viendo como sus barrios de toda la vida, se convierten en un gran escaparate de cadenas de comida rápida y tiendas de souvenirs, perdiendo por el camino la identidad, la tranquilidad y la cercanía de aquellas calles, en las que los vecinos y vecinas podían convivir en armonía.
De verdad Andrea, que no es por contradecirte, y espero que esto no te suponga una grave frustración, pero ni tú ni tu partido sois revolucionarios, aunque tal vez sí que consigáis que haya una revolución (en Cataluña ya la tenéis a la vuelta del verano), gracias a vuestras políticas restrictivas y muy poco sociales.
Tal vez también hayas leído a Óscar Wilde que dijo aquello de que "Cuanto más conservadoras son las ideas, más revolucionarios los discursos"... En fin...
