Esa manía del PP de negar la mayor
Como si España y su ciudadanía no fuera más que un contrincante en una mesa de póker, como si de un simple juego de cartas se tratara, el Partido Popular nos tiene acostumbrados a negar la carta más alta sin ningún rubor, y lo que es peor, sin ninguna contrapartida.
Así, mientras Tony Blair compareció públicamente esta semana pasada, para disculparse y aceptar toda la responsabilidad, sin excepción ni excusas, del horror de la guerra de Irak, aquí Aznar niega haber participado de esa masacre, cuyas consecuencias ilimitadas seguimos padeciendo.
Bueno, no solo Aznar niega la realidad, sino que Esperanza Aguirre se suma a ello y también, el por entonces Ministro de Defensa, Federico Trillo, se enroca en la no participación de nuestro país en esa guerra. Sin embargo, Aznar fue el precursor, junto a Blair y Bush, de una guerra construida bajo falsas premisas, nuestras tropas llegaron a participar en 40 misiones de combate y allí murieron 11 soldados y dos periodistas… No sé yo, pero si eso es no participar…
Seguramente es que el cuerpo se acostumbra a todo y como estamos tan acostumbrados a que se nos mienta y ningunee, ya nadie se rasga las vestiduras ante tamaña insensatez. Y es que, si hablamos de València, la negación ante la evidencia es una constante. Véase el accidente más grave de metro registrado en toda Europa y aquí se intentó, por activa y por pasiva, esconder, tapar, esquivar… Claro, teníamos una visita papal que no podía verse afectada por un accidente de metro, que solo con haber estado más atento a proteger a la ciudadanía y menos a los fastos, se podría haber evitado.
Han tenido que pasar diez años, ha tenido que haber un cambio en la política y los políticos valencianos, para que de nuevo salga a la luz y se vuelva a retomar, para que se busquen los responsables de esa tragedia que nunca tenía que haber ocurrido, para que las víctimas puedan, de una vez por todas, sentir que alguien empatiza con ellas, sin manipulaciones ni condescendencia.
Y en este país, los ciudadanos y ciudadanas deberíamos empezar a plantearnos que hace falta buscar responsables, tal como se está haciendo aquí en València. Responsables políticos que deben asumir sus culpas, ya que debido a sus errores y su insensatez estamos en uno de los momentos más delicados de la política nacional y mundial de los últimos tiempos.
Pero para eso hace falta que esa memoria que tenemos los y las españolas se intensifique, así como nuestro pensamiento crítico, para exigir responsabilidades a los que nos han dejado este panorama tan oscuro y este futuro más que incierto.