Hablemos de Arqueología Industrial
Cuando nos referimos a Patrimonio Cultural, en seguida lo relacionamos a la disciplina histórico-artística, pero ¿qué sucede con el patrimonio arquitectónico, arqueológico, natural, etnológico, o inmaterial? Hoy quiero dedicarle especial importancia al patrimonio arquitectónico, el que es construido o edificado, y en concreto en el que se basa en la arqueología para estudiar la cultura y la sociedad a través de sus restos inmuebles como industrias que han perdido su funcionalidad o uso y se convierten en ruinas, que a su vez pasan a denominarse parques arqueológico-industriales.
Para que una antigua fábrica, estación de tren, chimeneas, silos etc… se convierta en patrimonio industrial ha de ponerse en valor y no solo los inmuebles sino también los objetos que lo componen como la maquinaria y herramientas. Para ello contamos con la ayuda de asociaciones como es APIVA (Asociación de Patrimonio Industrial Valenciano) cuya presidenta es Diana Sánchez Mustieles, doctora arquitecto especializada en patrimonio industrial y patología de la edificación; también es creadora del Blog Patrimonio Industrial Arquitectónico.
Según Diana, el Patrimonio industrial hay que entenderlo como “lo producido en la época de la industrialización, y está compuesto tanto por las construcciones que se realizaron por la industrialización (fábricas, almacenes…) como el patrimonio mueble y la memoria del trabajo, la memoria de los obreros y de los industrial. Por otra parte también está compuesto por el patrimonio intangible, por el saber hacer los diferentes sistemas de producción, muchos de ellos están desapareciendo”. Un ejemplo de este patrimonio industrial e intangible es el Museu de la Seda de Moncada, donde la fábrica Garín lleva tejiendo desde 1820, y actualmente solamente hay dos tejedores que hacen que perdure esta manera de tejer artesanalmente. En la foto podemos observar un telar jacquar del siglo XIX, cuyo mecanismo sigue siendo manual.
Respecto a la defensa y difusión del Patrimonio Industrial, Diana nos dice que “es importante su defensa porque forma parte de nuestra historia reciente, tiene un valor histórico y social y debe ser reconocido”. La ciudadanía ha de conocerlo y entenderlo, pues “nos estamos encontrando en las rutas muchas personas que desconocían los elementos industriales que tienen en su barrio. En muchos casos se trata de educar o reeducar, entendiendo que se debería enseñar a valorarlo y respetarlo desde el colegio” ha añadido.
La asociación APIVA realiza distintas actividades como charlas, talleres, rutas… incluso jornadas de sensibilización para poner en valor este tipo de patrimonio y se conozca. También colaboran con distintas asociaciones y están trabajando por la recuperación y reutilización para nuevos usos de la aceitera de Marchalenes o La Ceramo de Benicalap.
Para más información os animo a consultar la página web de la asociación y el blog de Diana Sánchez http://patrindustrialquitectonico.blogspot.com.es, que desde esta sección le damos las gracias por su colaboración y su trabajo en la puesta en valor del Patrimonio Industrial, otro de los “patrimonios olvidados”.
