Sant Antoni del Porquet
Apenas hace una semana finalizaban las fiestas de Navidad que en nuestras tierras, por aquello de la tradición terminan el día de Reyes, cuando en numerosos pueblos de la Comunidad Valenciana, los vecinos se disponen a celebrar los actos en honor de San Antonio Abad o del porquet. Es probable que alguien hable de un exceso de fiestas en el calendario y que otros critiquen que en este país nos apuntamos a cualquier cosa con el único fin de que los ciudadanos disfruten de la fiesta, para olvidar asuntos más serios. Soy de los que me parece mal que sin dejar la tradición de los Magos de Oriente, también hayamos aceptado la costumbre de Papá Noel. Tampoco estimo oportuno que en otras fechas del calendario, conviva Halloween con las ferias y fiestas de Todos los Santos o que a pocas semanas de Fallas y la Magdalena, los Carnavales vayan tomando fuerza en poblaciones donde hasta hace pocos años, nunca tuvieron gran relevancia. En mi opinión, los intereses por algunos en que crezca el consumo o las iniciativas para impulsar el turismo, han provocado que en la mayor parte de nuestras poblaciones, cada mes existan solemnidades, más o menos importantes, para que se organicen programas de actos que no siempre están justificados. Sin embargo, en el caso del patrón de los animales, la tradición se impone a lo pudiera considerarse razonable. Hemos de tener en cuenta que hasta hace bien poco, la economía de nuestras comarcas estaba basada en la agricultura y ganadería, actividades en las que los caballos mulos y asnos eran imprescindibles para llevar a cabo los trabajos más duros y los cerdos, ovejas, cabras o gallinas, necesitaban la protección de su santo patrón para superar alguna de las graves enfermedades que podían terminar con sus vidas.
En estos tiempos, cuando los tractores han sustituido a las caballerías en las labores del campo, siguen existiendo caballerías, pero están destinadas al deporte o el ocio. Tampoco en las viviendas se crían conejos o gallinas para acabar en la paella dominguera, pero solemos tener perros, gatos y otros animales para hacernos compañía. Por todo ello, a pesar de que la ciencia y los veterinarios son capaces de sanar o salvar la vida de nuestras mascotas, con tanto éxito como las antiguas plegarias a su santo patrón, no me parece mal que en numerosos pueblos de nuestras tierras se celebre la tradicional bendición de animales, con sus correspondientes hogueras y reparto de rollos o “primas”, con el fin de continuar una tradición que ha llegado, año tras año, hasta nuestros días.
Muy buena amigo Miguel tu columna, estoy totalmente contigo en cuanto a lo de las fiestas y tradiciones nuestras se deja casi perder para introducir fiestas que nada tienen que ver con nosotros, por lo menos al patrón de los animales,..le seguiremos celebrando y festejando ..viva San Antonio,..!!!!