El edificio municipal cumple 300 años
Van a cumplirse 300 años desde que, por estas mismas fechas, la corporación municipal presidida por el coronel don Pedro Fajardo, los regidores don Pedro Giner de Bou, don José Giner, don Félix Roig, don José Castell de Museros, don Vicente Figuerola y don Jaime Andreu, junto con el escribano don José Llorens de Clavell, abandonaron las antiguas dependencias municipales situadas en un caserón, frente a la puerta que recae al norte de la concatedral de Santa María y después de asistir a la fiesta de la Purificación en la Iglesia Mayor, no tuvieron más que cruzar la plaza para tomar posesión del nuevo edificio.
El actual edificio del Ayuntamiento de la Plaza Mayor de Castellón de la Plana, no es el primer lugar donde estuvo ubicaba la casa de la vila ya que, entre 1341 y 1716, los asuntos municipales se decidían en un viejo inmueble situado en la plaza de la Hierba. Allí permaneció la denominada Cort del justicia y también la primera cárcel que existió en la nueva ciudad surgida al ser autorizados nuestros antepasados a trasladarse al llano de la Plana. En aquellas antiguas dependencias, els jurats y consellers deliberaban sobre los asuntos de su competencia. Ya en 1658 se evidenció que aquel edificio resultaba pequeño e inadecuado, por lo que en agosto del mismo año el Consell tomó el acuerdo de nombrar una comisión al objeto de construir una nueva Casa Capitular, comenzando por elegir en primer lugar, el emplazamiento más adecuado, cuestión en la que habían tantas opiniones que se tardó nada menos que veinte años en resolverla a gusto de todos. Fue en 1680 cuando se llegó a la conclusión de que el solar idóneo para emplazar el nuevo Ayuntamiento era el que antes había ocupado l’Hostal d’en Jover en la denominada entonces Plaza de la Iglesia y en la actualidad Plaza Mayor, por cuanto a partir de que finalizaran las obras de construcción de la toore–campanario en 1604, se había convertido en uno de los sitios más importantes y singulares de la ciudad.
El 30 de septiembre de 1688 ya se había decidido el emplazamiento, pero faltaba adquirir algunos inmuebles, enajenar otras propiedades municipales para conseguir los recursos necesarios para acometer las obras y conseguir, mediante permuta, los terrenos de la antigua casa Abadía. A pesar de ello, el 30 de septiembre de 1688 fue colocada la primera piedra del nuevo palacio de la vila. Fue un año más tarde cuando se lograron superar la mayor parte de las dificultades y pudieron comenzar las obras bajo la dirección del maestro Melchor Serrano. Sin embargo, eran años de muchas dificultades económicas para el consistorio por lo que la construcción no podía llevar el ritmo adecuado, pero en octubre de 1715 se constató que las antiguas dependencias de la plaza de la Hierba estaban en ruina y se tuvo que tomar la decisión de acelerar las obras del nuevo palacio municipal con el fin de ser utilizado de manera inmediata, de tal manera que al finalizar el mes de enero de 1716 se pudieron trasladar los armarios, archivos, mobiliario y todo cuanto existía en el interior del viejo caserón hasta el nuevo edificio municipal.