Hablemos de…
Podría empezar hablando de las elecciones europeas, de lo que significan, de lo que nos jugamos en ellas, del importante papel del Parlamento Europeo y de las decisiones que allí se acuerdan, pero no, lo dejo para luego, hablemos primero de…
Estamos viviendo en nuestra sociedad un sentimiento de desapego, de desilusión, de desconfianza por la política. Lo que debería ser o formar parte de la solución, se ha convertido en uno de los principales problemas. Según el barómetro del CIS, “los políticos en general, los partidos políticos y la política” ocupan el cuarto lugar por detrás de “el paro”, “la corrupción y el fraude” y “los problemas de índole económica” , pero por delante de, entre otros, “el terrorismo”, “la violencia de género” o “la inseguridad ciudadana”.
Esta desconfianza puede afectar directamente al resultado de cualquier elección, y es ahí, donde los que tenemos claro que con democracia, y sólo con democracia, se puede generar la ilusión necesaria para afrontar unas elecciones, tenemos que exclamar con fuerza: ¡Tenemos que votar! Por muchas razones, la primera de ellas es porque podemos, sí, el poder ejercer libremente tu voto es algo que nunca hemos de dejar de lado, y otra razón es porque debemos, en nuestra mano está el rumbo que se escoja, las soluciones que se apliquen a los problemas cotidianos, pero sobretodo, el saber uno mismo que ha ejercido un derecho esencial y muy valioso.
El voto es un bien muy preciado del cual tenemos que hacer uso sin dudar, porque es el verdadero sentir del pueblo.
Y es aquí donde empiezo a hablar de las elecciones europeas, una visita obligada con las urnas, y digo obligada porque es un derecho fundamental del que disponemos, poder decidir el buen camino de Europa, porque formamos parte de ella y porque lo que en el Parlamento Europeo se decide, nos afecta.
Por esto y por mucho más, animo a todos a que ejerzan su derecho, a que expresen democráticamente su sentir, porque no hay voz más fuerte que la que sale de las urnas.
Y quiero acabar este escrito/opinión con una frase de una persona que mucho tiene que ver con que hoy podamos y tengamos el derecho a votar:
“El futuro no está escrito, porque sólo el pueblo puede escribirlo” (Adolfo Suárez)