Seis meses por delante para evitar una posible recesión
Magnitudes desconocidas en compra de activos públicos y privados por el Banco Central Europeo por valor de 750.000 millones de euros pretenden mitigar la interposición o creación de linajes entre los 27
El producto Interior Bruto creció en España un 2% en 2019, en comparación con el 1,2% de la Eurozona y el 1,4% de la UE.
Las previsiones de la Comisión Europea para el bienio 2020-2021, considerando un margen de reserva sobre las posibles incidencias en las economías producidas por el “coronavirus” fueron estimadas el pasado 13.2.2020, para España en dicho bienio en el 1.6.
Tanto a la Eurozona como a la UE sus porcentajes de crecimiento para el mencionado periodo se cifraron en el 1.2% y 1.4% respectivamente.
Evidentemente, la mayoría de todas estas cifras se podrían ver afectadas ante un presumible vuelco de tableros financieros, con las aún incógnitas de efectos que pueda producir la extensión y daños de la Pandemia y otros eventuales efectos en el nuestro apolillado tejido económico.
Como compensación, se vienen realizando inyecciones de capital hacia el Sistema, por el Banco Central Europeo a través de la compra de 750.000 millones de euros en activos públicos y privados.
Sin embargo, habrá que fijarse en la posible flexibilidad favorable dirigida a los países más afectados, los cuales sufren más que otros los embates de la Pandemia, por ejemplo: ITALIA y ESPAÑA, los más castigados de Europa.
La primera con unas estimaciones de crecimiento PIB del 1%, colisiona, sin embargo, con otras del 0.6%, provenientes de otros Organismos como por ejemplo el Fondo Monetario Internacional.
FRANCIA, ALEMANIA, y REINO UNIDO, a tenor de las cifras conocidas respecto a 2019, del 1.3% la primera; un 0.6%, la segunda, y un 1.4% este último, no ameritan aún un alejamiento claro de las convulsiones que puedan producirse.
Consecuentemente, nos vamos a enfrentar probablemente a corto plazo a un posible y desconocido decrecimiento económico en los dos próximos trimestres, con la posible influencia de verse restañado por las Instituciones bancarias oficiales.
Difícil vaticinar si algún Estado miembro en la UE podrá verse en la frontera de la recesión, pero si notoriamente mermado en su capacidad de respuesta respecto a inversiones, consumo y desempleo. Esto último en apariencia técnica de Erte, para España, esperamos no se convierta en algo peor, meses más tarde.
Ojo pues al comportamiento económico en los próximos seis meses en conjunto con otros factores tales como la industria o el comercio global, considerando también que una recesión puede tener igualmente como compañero/a de viaje en periodo terminal a una fase económica agotada o moribunda la cual espera una regeneración de la sociedad.