Precintos de Seguridad

La sagacidad del Lector habrá comprendido de inmediato que me refiero a los valores autonómicos, garantes de un sistema cuyo blindaje debe consolidarse.

1).- Hará unos días tuve la ocasión de escribir en este mismo Medio acerca de algunos detalles que desarrolla la Autonomía Valenciana dentro de nuestro mapa institucional.

Suelo seguir el devenir histórico de las mismas, no habiéndome nunca mostrado contrario a su existencia excepto en lo que afecta al Medio Ambiente que se configura a través de un “tripartito de responsabilidades” entre Estado, Autonomía y Corporaciones Locales, como una especie de amalgama híbrida que no funciona y trae de cabeza a la Comisión Europea.

No funciona debido a que  en la mayoría de los casos suelen “tirarse piedras” los unos a los otros sobre sus propias “irresponsabilidades” y los ciudadanos en medio, sufriendo las consecuencias de ser el Estado miembro de la UE más sancionado en esta materia durante varios años consecutivos.

Siempre he procurado entender a las Autonomías en su papel ciertamente imprescindible de constituirse como motor de desarrollo regional en defensa del avance tecnológico, económico, cultural y muchas más cosas dentro de la pluralidad que les resulta innata. En definitiva, paladín de sus reconocidos valores.

En estos aciagos tiempos, congratula contemplar a Manises convertida en una especie de “cabeza de puente”, si se me permite la expresión militar, lugar, donde sus pistas acogen sin cesar todo tipo de aviones de carga, destacando recientemente un ANTONOV 124, con 65 toneladas de material sanitario fletado por la Generalitat Valenciana en el “savoire faire” o “saber hacer”, aludido días atrás, para paliar junto a otras Autonomías la hasta ahora insuficiente ayuda estatal.

Aparte, habría que dejar explícitamente a Cataluña y al País Vasco y sus áreas de influencia, auténticos “incomprendidos” dentro de sus ambiciones políticas y sin sentidos.

Llegará el día en que sus moradores abran sus ojos ante lo más preciado de una convivencia apolítica sin dejarse estabular por terceros, a los qué probablemente les guían fines espurios.

2).- Llevan unos días “las fuentes gubernamentales” refiriéndose a unos Temas que nunca vivieron: LOS PACTOS DE LA MONCLOA, y la verdad sea dicha, se echa en falta algo de rigor expositivo por parte de sus ¿valedores?

Ninguno de los que han aparecido propagando y alabando sus “virtudes transversales” tienen la menor idea de que aquella situación puntual requirió una solución adecuada, proporcional y original en el tiempo coincidente con los problemas surgidos.

Los actuales, dadas sus distintas naturalezas, no se solucionan con la aplicación sin más de aquellos pactos y manipular al final soluciones de laboratorio amparándose en otros supuestos que acaecieron, supondrían una adulteración temeraria e inconsciente.

Miren Vds. en 1977, el autor tenía 30 años y residía en Valencia capital. Mi mente comenzaba a abrirse ante acontecimientos que se presentían cercanos y había qué vivirlos.

Cada tarde/noche de estío cogíamos de la mano a nuestros dos retoños y desde nuestro domicilio en Jaime Roig, paseábamos primero por LOS VIVEROS, para posteriormente cruzar la vía del tren existente en Primado Reig y finalizar en Daniel el Orxater disfrutando de la tonificante e inocente horchata.

Era una forma más o menos estoica junto a otros valencianos (siempre me han considerado uno más) de soportar:

-Una hiperinflación existente (entre un 22-26%). En estos tiempos actuales alrededor del 2%.

-Salíamos como en el mito de la cueva de Platón, deslumbrados ante un futuro políticamente desconocido, pero no tan crudo como aparentaba, pues el Partido Comunista, dejando al margen también su particular Cueva, contribuyó aportando tranquilidad y serenidad.

-Una profunda incomprensión en Europa, comenzando por nuestro vecino del piso superior (Francia) que a través de sus dirigentes (Giscard d’ Estaing) nos hacía la vida imposible con su apoyo descarado a ETA. Hoy continúan existiendo, pero de otros estilos, sin sangre de por medio.

-Ayer como hoy, una alta deuda, pero con distintos instrumentos para ir “trampeando”.

Y 3).- Una entonces mínima confianza en sus gobernantes, hoy, desaparecida.

¿Por qué desaparecida?

El enriquecimiento injusto y su celeridad arraigaron en cierta parte de la sociedad, a la cual le continúa faltando capacidad de regeneración, haciendo perder confianza en sus más altas Instituciones.

Me vienen a la memoria, no precisamente “affaires” económicos en los que más o menos los lectores se encuentran “al cabo de la calle”, pero sí de otros estilos.

Por ejemplo, el pasado 14/4/19, horas antes de iniciarse el escrutinio de votos en las penúltimas elecciones generales, este veterano jurista y analista, remitía a las redacciones de sus editores un artículo titulado: ESPAÑA SE QUIEBRA ANTE LO DESCONOCIDO. (ver jarm@modificadosobraspublicas.com)

Desde luego no pretendía referirme en forma catastrofista a un cataclismo social inmediato sino más bien a las cercanías de un estilo de dictar política al que la mayoría de españoles no les resultaría fácil comprender.

Meses más tarde, con una afirmación de compromiso público ante España de abstenerse de pactar con determinado sector político, volví a reiterar en otro Texto, mi incredulidad ante tal afirmación, en esta ocasión al amparo de un viejo proverbio árabe: UN NO SIGNIFICA UN MEDIO SÍ (misma web). Se trataba de otra falacia a España entera, consumándose días más tarde lo que probablemente ya se encontraba anteriormente pactado entre sus protagonistas.

Internacionalmente, nuestra credibilidad corre pareja a de nuestro presidente.

Por ejemplo, ni una mísera Comisaría, en el reciente reparto de cargos en la Comisión Europea, acentuándose permanentemente el ninguneo de los últimos años ante el caos de la UE.

He confesado y acreditado en diversas ocasiones mi agnosticismo político, lo que me ayuda a manifestar en forma de reflexión sin ningún otro ánimo, mi enorme desconfianza ante la reciente y nueva propuesta gubernamental sobre NUEVOS PACTOS ESTILO MONCLOA, ya qué segundas partes........

Creo que se busca salvaguardar los altos riesgos en los qué se encuentra España ante una inminente “zafarrancho de combate” a librar en Europa y del que no saldremos bien librados.

Por ello, valorar apoyos con plenas garantías de no convertir en cómplices y más aún en sufridores a nuevas generaciones, misión en origen básicamente Autonómica.