Posible matrimonio político grotesco, para supervivencia izquierdas Sánchez/Díaz
Tal solución podría presentarse a la vista del grado de longevidad política que pudiera aguardar al primero ante su propio Partido, y posteriormente, si fuera el caso, ante el electorado en la convocatoria de próximas elecciones.
La permanente caída en popularidad que viene sufriendo el presidente, alarma el reflejo de perdedor en su Partido con vistas a las diversas elecciones previstas para 2023, levantándose ya voces altisonantes y discrepantes internas, sobre la forma de Gobierno, y el posible alto coste político a seguir afrontando a corto plazo por el PSOE, desde las elecciones andaluzas.
Ante tales circunstancias, la parte de la estrategia preconcebida por el equipo “sanchista”, consistiría en entretejer entre bambalinas hilos al estilo de “bolillos artesanales”, destinados a promocionar a corto plazo un “matrimonio político” entre SÁNCHEZ/DÍAZ, destacando aquellos actos de gobierno y proyectos realizados hasta la fecha de las elecciones, procurando de esta forma, evitar un mayúsculo descalabro político.
En Podemos, mientras tanto se lo piensan, principalmente debido a que la “consumación” de ese matrimonio político podría RESTAR, MAS QUE SUMAR, contrarío, al slogan de la Sra. Díaz.
Por otro lado, cierto sector del citado Partido aún recuerda con acritud, ciertas desavenencias surgidas en la coalición cuasi permanentes.
Finalmente, también resulta prematuro valorar las ambiciones políticas de la Sra. Díaz, desconociendo los proyectos de SUMA, a pesar de su magnífico equipo de asesores, el calado de su mensaje, o bien, la capacidad de liderazgo que se le permita asumir en las filas de Podemos, no descartándose otras soluciones.
Hasta ahora se mantienen a buen recaudo las posibles negociaciones entre las partes, tanto a niveles externos como internos, pero existen rumores de serias dificultades negociadoras.
No obstante, a la vista de lo que viene sucediendo en EL ESTADO DE LA NACIÓN, ofrece el presidente la sensación de buscar cobijo en las tesis de Podemos, respecto a los grandes impuestos a Eléctricas y Bancos. Grandes enemigos, a los que no creo les busque finalmente las cosquillas.
Queda mucho tiempo para la fecha sugerida de 2023 y 2024 para fijación de esos impuestos extraordinarios, a mi juicio, excesivo, ante lo cual ya surgirán “antídotos” para que eso no ocurra.
Venimos desde 2019, mostrando en estas Columnas desacuerdos. Primero, con determinados actos del también entonces gobierno cesarista PSOE, asociándose a un trasnochado y desusado en Europa, gobierno de coalición izquierdista de política errática, que nos llevan por la calle de la amargura.
La reciente Reunión OTAN en Madrid, en contra de la opinión de Podemos, constituyó un éxito organizativo porque estas cosas sabemos hacerlas, y me remito a la Conferencia de Paz de similares connotaciones que organizó España hace treinta años, y también nos llovieron parabienes en aquel entonces.
Pero una cosa es organizar exitosa y habitualmente eventos internacionales, disparando con pólvora de Rey, y otra, ir almacenando dislates mundiales, y convertirnos en país “non grato” de rasgos “comunistoides” a ojos de EE. UU.
Un antiguo amigo, “U.S.A citizen”, por más señas, me comentaba en cierta ocasión, que las Administraciones estadounidenses no olvidan jamás, ofensas a su bandera, y actos de “ninguneo” Se refería a un desplante realizado por Zapatero, allá por octubre 2003, al no levantarse del asiento ni tan siquiera por cortesía, al paso de la bandera americana en un desfile conmemorativo del Día de la Hispanidad.
Aprovecha, para comentarme que, en 2009, con Bidden vicepresidente, y Obama presidente, tuvo aquél que reprenderle por retirar las tropas españolas de Kosovo, prácticamente sin avisar a EE. UU., sus aliados.
Ya, más recientemente en 2019, la fragata española Méndez Núñez, decidió separarse voluntariamente del grupo de combate internacional que navegaba por el Golfo Pérsico liderada por el portaaviones estadounidense Abraham Lincoln. Tampoco esta acción se entendió por los estadounidenses, ya que parece que la decisión adoptada se debía a razones políticas por la cercanía de las elecciones andaluzas en aquel entonces.
Nos guste o no, una gran parte del mundo occidental se encuentra vinculada a los EE. UU. y, son contribuyentes máximos al sostenimiento de la OTAN, en la cual somos los penúltimos contribuyentes de la treintena de sus Miembros.
Nos toca un segundo semestre de 2022, muy duro, con posible inflación entre 11-12% al finalizar el año, teniéndonos que centrar en el rechazo, por hartazgo, apatía etc. sobre este tipo de políticos, y no acudiré ante las urnas como muestra de repulsa, y si la abstención llega al 60%, en las próximas elecciones, lo cual no será difícil, constituirá un mensaje claro para ellos, basado en la desconfianza que nos deparan, aún con honrosas excepciones.
Pero aún nos queda tiempo para comentar, a mi juicio, sobre alternativas restantes.