El deseo de usufructurar un país
Hará unos días redactamos una Columna titulada “JUEGOS DE GUERRA” relacionada con el conflicto desatado entre las dos Potencias mundiales, RUSIA y EE. UU, junto a sus adláteres, y de Telón de Fondo, UCRANIA, valorando, además, el desgaste de los índices de popularidad producido en sus dos mandatarios principales como consecuencia del devastador Ómicron.
También aseverábamos no concebir verosímil que dichas Potencias pudieran ser capaces de desencadenar un conflicto bélico de esta categoría, en la situación en la que se encuentra el Mundo actualmente.
Da la sensación por ahora de no abandonar el sentido común y se limitan a exhibirse militarmente a su manera, abundando en nuestra opinión, en fijar la atención en otros problemas distintos igualmente serios.
Si algún estudioso lector le interesa conocer más a fondo el problema de los últimos años, RUSO-UCRANIANO-OCCIDENTE, sobre lo que posibilita esta Columna, les recomiendo la lectura de cualquier “blog” existente, bastando con introducir en Google, las palabras mágicas: UCRANIA ENTRE AQUELLOS POLVOS Y ESTOS LODOS, obteniéndose relatos sobre el devenir histórico del problema que nos acucia.
A UCRANIA, territorio entre Oriente y Occidente le asiste el derecho soberano según leyes internacionales, de posicionarse y expresar lícitamente sus anhelos y deseos tanto de prosperidad económica como de alternativas políticas, y así lo viene expresando durante los últimos años, con cierto apoyo mediático internacional.
Ocurre, qué como bastión estratégico que ostenta en la Zona Euroasiática, podría, condicionar el futuro de otros Estados caucásicos con vistas a distanciarse de la hegemonía rusa y esto, no agrada a dicho País, ya que pudiera cundir el ejemplo.
Innecesario mencionar encontrarnos ante una situación de hecho anacrónica, en la que se pretende manejar una nación soberana mediante “mando a distancia”.
También deberíamos tener cuidado con los “cantos de sirenas” entonados por Occidente en “flirteos políticos” con Ucrania y viceversa, los cuales son de dominio público.
En opinión de este Columnista, nos vienen resultando difíciles las relaciones con los Países del Este, y también con aquellos que han tenido dependencia soviética durante tiempo, como para continuar insistiendo.
Por otro lado, hay que contar con las recientes declaraciones de Bidden, enfriando los deseos de incorporación rápida de UCRANIA y las del secretario general de la OTAN, indicando la no intervención de la misma, independientemente de la falta de garantía de capacidad defensiva, declarada por otros países OTAN. ante un adversario con potencial nuclear alto.
Afortunadamente no nos encontramos ni en 1957 ni en 1968, cuando dentro de una política de férreo TELÓN DE ACERO, se produjeron las invasiones rusas de Hungría y Checoslovaquia con miles de muertos, heridos y refugiados en la primera y centenares en la segunda, sino más bien la pretensión del gigante ruso de “usufructuar” al estilo de la Obra de Catherine L’ Ecuyer (2013), Educar en el Asombro: “cuando sucede lo extraordinario ante un fenómeno natural como la libertad, sobre la cual acuden terceros como parásitos, a continuar poseyendo la misma, sin entregar nada a cambio”……
Si me permiten la licencia, les voy a relatar un hecho ocurrido en Bruselas, creo recordar en el primer trimestre de 2005, mediante la invitación del PARLAMENTO EUROPEO, a una visita de estudios de un grupo de compañeros respecto al funcionamiento de dicha Institución, y, aunque su sede oficial se encuentra en Estrasburgo, la mayoría de las sesiones parlamentarias tienen lugar en Bruselas.
Nos capitaneaba el Catedrático, Enrique Linde Paniagua, el cual nos hacía trabajar a destajo, además de incansable europeísta.
Coincidió qué durante nuestra presencia en la aburrida y funcionarial Bruselas, se anunció la visita del primer ministro ucraniano en aquel entonces: VIKTOR YUSHENKO, corriendo por los pasillos el rumor de que expresaría sus deseos de una próxima adhesión a las Instituciones Europeas, y a medida que discurría la jornada para su visita, se anunciaba también la suspensión del viaje por razones climatológicas...
Al parecer la realidad era otra muy distinta: los resultados de envenenamiento que venía sufriendo mediante Dioxina con un alto grado de síntesis durante las turbulentas elecciones ucranianas desde 2004, impidieron al presidente ucraniano mantener la reunión prevista con Durao Barroso y con el secretario general de la OTAN, el holandés Scheffer.
En opinión de este Columnista, hay que seguir pensando en permitir “escaramuzas”, que sirvan para desviar temporalmente la atención de otros problemas, y, negociar, negociar, negociar, ayudando en todo lo que se pueda a UCRANIA, ya que Europa, al igual que a España, no acaban de cuadrarle ni los envenenamientos ni los regímenes con influencias soviéticas, añadiendo que me tranquilizan nuestras habituales fuentes sobre sus pronósticos, con la única excepción de no alcanzar a comprender el motivo de que un Medio español sea el único de 30 Miembros de la Alianza que “filtra” ciertos documentos….
Así nos va el grado de confianza que nos dispensan.
Recuerdo durante la primera invasión, era un imberbe, y que mis dos hermanas mayores, disponían de una “radio galena casera”, (un lujo en aquellos tiempos) sin pilas ni corriente, inventada allá por 1910, consistente en dos auriculares negros de baquelita, un trozo de plomo y un finísimo hilo sintonizador.
A eso de las 21.50 horas, minutos antes de que se iniciaran las noticias a través de la transmisión del llamado popularmente, “EL PARTE”, solía formarse semanalmente en el domicilio, una selecta tertulia vecinal con mis hermanas convertidas en comunicadoras sobre lo que escuchaban e informaban.
Mi presencia era invitada a abandonar el cuarto de estar camino del dormitorio, desde el cual oía voces sugerentes, invitando a mis hermanas, (las cuales eran unas adelantadas de su tiempo), a sintonizar, bien la B.B.C o Radio Pirenaica, con las consiguientes protestas de mi madre (viuda), reconviniendo a los presentes, algo así referente a reuniones subversivas...