El caos económico en la UE del que España debe estar alerta

Escribíamos hace muy pocos días sobre el todavía estado placentero de España; UE y la Zona euro en cuanto al estado de sus respectivos PIB y sus mullidas perspectivas a corto-medio plazo.

Naturalmente, nadie pudo prever las distintas consecuencias trágicas y económicas que alcanzaría la devastadora Pandemia.

Nos preocupa la sempiterna fragilidad de España en la UE, además de la de su propio territorio, tanto por su debilitada red política y económica de infraestructuras; sus no siempre aprobadas alianzas y aventuras políticas, acarreadora de desconfianzas y desplantes, lo que la convierten en una triste figura andante que deambula por los agrestes pasillos de Berlaymont.

No hace mucho, un alto funcionario comunitario, me comentaba que España le recordaba a aquel personaje mitológico llamado SÍSIFO al cual los Dioses le condenaron por sus pecados a subir y bajar por una montaña, sin descanso, una piedra de grandes dimensiones.

Las primeras estimaciones respecto a su porvenir financiero, procedentes de las Agencias de Calificación, sólo son por el momento, estimaciones, pero con visos de aproximarse a una realidad basada en su apolillado tejido político-económico generador de desconfianzas.

Se trataría, según la Agencia más dura en sus apreciaciones, como atarle en los pies bloques de hormigón.

Oscilan según fuentes, las caídas del PIB español entre el 2%-3% para 2020, con una recuperación positiva similar para 2021, pero con un déficit entre el 6-7%.

Otras fuentes más benevolentes cifran alrededor del -1% para 2020 y en positivo del 1.5 – 2% para 2021, y con parecido déficit.

Habrá que ser cautelosos ya que las iniciales estimaciones de hace algo más de 24 horas eran más deprimentes que las anteriores, alcanzado hasta un menos 9.7%.

De todas maneras, España tiene demasiados frentes abiertos en su propio territorio con:

• El aumento del desempleo a través de los ERTES que se fraguan actualmente, sin olvidar la tasa habitual.
• Las perspectivas del turismo no muy halagüeñas producida por la pandemia.
• Los Altos tipos de interés.
• Los Problemas de fiscalidad.
• El campo, los salarios etc.

Si a lo anterior le añadimos las batallas aplazadas en Europa con los “enemigos” del Norte en relación a los Fondos PAC y de COHESIÓN, EUROBONOS, etc. no les debería temblar el pulso o cambiar el semblante a nuestros negociadores a la hora de enfrentarse a la Comisión presentando las aterradoras cifras sufridas con nuestro particular coronavirus, ya que por el número total de víctimas y dislates gubernamentales, no deberíamos resultar dudosos de especiales atenciones económicas y de reconocimiento en esta ocasión.

Finalmente, me van a permitir en relación con el grado de confianza que en buena lid debería existir en la UE, que les exponga la síntesis de un documento de fecha 20.03.2020 relativo a LAS MEDIDAS DE LA UE CONTRA EL COVID-19. si se quiere, bajo un respingo de “presunta maldad”, por parte del autor.

En el apartado correspondiente a SANIDAD, se detallan las condiciones que deberán regir en la inicial tenencia de una serie de cuatro clases distintas de equipos financiados por la Institución en un 90% por valor de 50 millones de euros y consistentes en una primera reserva de equipos médicos.

Por el importe y la fecha, se deduce que se trata de una primera entrega de emergencia, pero llama la atención, que serán custodiados por uno o dos Estados Miembros, pero ¿qué sigue a continuación en cuanto a su distribución y disponibilidad por los afectados?