Bandejas de pollo y final de mes
Y de repente me fijé en la señora que llevaba delante, debía de pasar ya los setenta. El pelo desarreglado, canoso y con un corte mas duradero y práctico que estético, me fijé en sus ropas y también demostraban modestia y cierta carencia, y ya cierto abandono, cierta claudicación. No sé que motivó que la analizara más detenidamente, pero algo me enterneció. Observé que llevaba solamente una barra de pan, cuatro yogures desnatados de la marca blanca del propio supermercado que son los más baratos (esos que "hacendaño" ), y nada más.
Y entonces recordé que minutos antes me había preguntado por el arcón frigorífico, donde se encontraban las bandejas de pechugas del pollo plastificado, "en la sección de carnes", le contesté vagamente, me odio por ello, pero hasta con cierta sequedad, sin mucho fervor ni caridad cristiana hacía el prójimo y seguí a lo mío. Ahora estaba delante de mí, haciendo cola en la misma caja que yo, con un monedero pequeño y negro, que sujetaba fuertemente. Me di cuenta de que no llevaba la bandeja de las pechugas de pollo y al pasar por caja ,oí como la cuenta ascendía a dos euros justos. La mujer pagó y se marchó con su paso menudo, supongo que con la quimera y la resignación de una bandeja de pechugas de pollo como producto inalcanzable y caí en la cuenta de que estábamos a veintitantos y que para algunas personas el fin de mes empieza antes que para otras: observe mi compra, las chucherías de los críos ya subían casi tres euros...y al salir me miré en el espejo, como se miran los culpables.
Aparte de sentirte culpable y de escribir un artículo, ¿hiciste algo? Eso es lo que le pasa al ciudadano actual, lleno de buenas intenciones, se ruboriza, se siente culpable pero no da un paso adelante. No te preocupes, tu no tienes la culpa, ya sabemos donde has crecido, donde hemos crecido y que valores se nos han inculcado. Saludos http://mataralcapitalismo.blogspot.com/