El Museo de Historia de Valencia o de como el PP desprecia la cultura
El Museo de Historia de Valencia (MhV) se creó por acuerdo municipal de enero de 2001 con el mandato de estudiar y difundir la historia de la ciudad. En dicho acuerdo se ponía de manifiesto la voluntad de lograr un museo de historia integral, que recorriera Valencia desde la fundación a la actualidad, sirviéndose de recursos expositivos de vanguardia, incluida por supuesto la tecnología audiovisual.
El director del MhV, Javier Martí, explicaba muy bien el modelo y las características de este espacio expositivo en un artículo científico publicado por Aula-Historia Social en la primavera de 2008.
El MhV fue inaugurado en mayo de 2003, han pasado más de diez años y su proyecto museológico atrevido sigue muy vigente pero no la voluntad política del gobierno municipal de desarrollarlo, ni siquiera de mantenerlo. Y es que la mitad de los equipamientos audiovisuales del museo no funcionan, y lo que es peor, no hay voluntad política de repararlos.
Los socialistas hemos presentado en diversas ocasiones varias iniciativas para solventar este problema. Llegamos a presentar en 2013 una moción para que la delegación de cultura elaborase un plan de renovación y actualización de los puntos tecnológicos del MhV, pero sorprendentemente el PP votó en contra. Esto parece ser que es lo que les importa nuestra historia porque a día de hoy los audiovisuales siguen sin funcionar.
En su momento, ya manifestamos que nuestra propuesta debería ser la mejor celebración por el décimo aniversario desde su inauguración porque, insistimos, el MhV es un museo diferente, ubicado en un edificio magnífico, y cuyo concepto museístico es muy interesante porque enseña la historia de Valencia primando la didáctica a partir fundamentalmente de equipamientos audiovisuales.
La Máquina del Tiempo es un equipamiento tecnológico que recrea mediante realidad virtual la fisonomía de Valencia a lo largo de su historia. El visitante, como ya explicaba Martí en un artículo de la revista especializada Museos, Arqueología y Nuevas Tecnologías, manipula un gran disco para desplegar ante él la ciudad de cada época, en la que van apareciendo localizaciones que permiten ampliar la información con videos.
En el MhV existen cuatro máquinas del tiempo, tres no funcionan –o lo hacen deficientemente– desde hace demasiado tiempo. Tampoco se pueden ver correctamente (o directamente no se pueden ver) tres de los cuatro monitores de la mediateca o algunos de los proyectores de la Valencia vivida.
Esta situación podría provocar, si no lo ha hecho ya, que los ciudadanos dejen de visitar este museo, emplazado por otra parte en un lugar privilegio y hermoso como son los antiguos depósitos de agua de Cerdá y Marchessaux, que además es patrimonio de todos los valencianos; y esa situación, con otra voluntad política podría ser reversible.