Desafortunada embajadora de Elche
Los 45 primeros días del PP en Elche no han podido ser más calamitosos, en cuanto a imagen externa se refiere. Y eso se debe a que a la alcaldesa se le calienta la boca y no conoce la mesura y la oportunidad de estar calladita. En el último pleno del mes de Julio la Sra. Alonso, en su función de alcaldesa-presidenta del Excmo. Ayto. ilicitano concedía los turnos de palabra, los retiraba y además se permitía hacer el comentario final de todas las intervenciones de sus portavoces, y las del equipo de la oposición, lo que le valió el sobrenombre de “alcaldesa comentarista”. Esto le pasa porque no se fía ni de los suyos.
En estos 45 días la alcaldesa ha demostrado con sus gags que puede pasar a formar parte de la historia de la ciudad, aunque sea de la historia del disparate. Y no me refiero solamente a sus decisiones políticas “revanchistas”, como la eliminación del jardín y del monolito que la ciudad dedicó a la Pasionaria o la sustitución de la Avda. del Ferrocarril, (uno de los hitos de progreso más importantes del siglo XX) y en su lugar poner el nombre al último alcalde franquista. La nostalgia a veces tiene eso… y como diría el respetable, que ninguna falta hacía, porque no será por calles, avenidas o rotondas que hay en nuestra ciudad.
En 45 días Elche ha pasado directamente del interés local al nacional, sin pasar por el canal autonómico que todavía sigue en manos de los prebostes del PP (qué miedo da Lola Johnson). Elche ha sido noticia (a su pesar) en las televisiones nacionales por culpa de la boca de la alcaldesa y lo que es aún peor, en la sección de disparates, tanto que los directivos de estas cadenas han visto un suculento filón y deben estar pensando en dedicarle una sección titulada “Disparate nacional”. El nepotismo como el sueldazo a su hermana y la penosa lectura del curriculum de ésta de su portavoz ha quedado en reserva, para cuando se elabore el “making of”.
La aparición de una viñeta suya en El Jueves (la más que veterana revista humorística que sale los miércoles) ha sido el colmo. En él se ve a la alcaldesa de Elche que afirma llevar coche oficial porque “como todo el mundo sabe” (coletilla a la que está abonada) hay muchos terroristas acampados en las plazas en el Movimiento 15-M. No entraré a considerar que no sería por ignorancia sino por demagogia el anuncio que hizo durante la campaña electoral “a bombo y platillo” de que no iba a utilizar el coche oficial del anterior alcalde, porque señora, como todo el mundo sabe, excepto Vd. el uso del coche oficial va en el cargo. Encima cuando trata de aclarar algo aún lo empeora. En esas situaciones se ahoga, le sale su auténtico “yo” y la situación no puede irle peor.
Y para terminar de avergonzarnos, la penosa confusión de elevar a la altura de autor al hidalgo Don Quijote, nos hace pensar que si bien ella pudo pasar por la Universidad, ésta no pasó por la Sra. Alonso, o dicho de otro modo Quod natura non dat, Salmantica non praestat.
Errar es humano, pero solo rectificando se ennoblece esta actitud, algo a lo que parece que no está acostumbrada la Sra. Alonso que no debería olvidar el honorable puesto que ocupa. Y eso que la oposición le apunta cuestiones importantes para la creación de empleo, como la oportunidad de que se instale IKEA en suelo ilicitano. A ver si la aprovecha porque si dijo que iba a anteponer la creación de empleo a cualquier otro interés ahora va a tener la ocasión de demostrarlo.
