La débil posición del gobierno vilero fuerza la primera renuncia de una concejala
La situación surgida tras los comicios electorales en Villajoyosa diseñó un contexto político muy fragmentado donde en caso de no llegar a acuerdos de gobierno, sería el PSOE quien tomaría las riendas del consistorio, pues fueron la lista más votada con 107 votos de diferencia respecto al Partido Popular. Diferencia nimia pero 107 votos que los aúpa, por imperativo legal, a ocupar la alcaldía de nuestra ciudad.
No se le escapará al lector que gestionar una ciudad como Villajoyosa con tan solo 6 concejales se plantea tarea más que complicada y que, de momento, las cosas van desarrollándose con normalidad porque como ocurre con cualquier cambio de gobierno, el trabajo se encuentra planificado por el anterior y tan solo hay que darle continuidad, algo lógico y responsable por otra parte.
Ahora bien, la realidad dicta que son los actuales seis concejales los que deben sacar adelante el trabajo de toda una ciudad y es en esa cuestión donde se aprecia que la situación del gobierno socialista no es la más idónea.
Prueba de ello es lo que se pudo apreciar en la primera sesión plenaria que tuvo lugar el día 3 de julio donde, en el último punto del orden del día, se presentaba la renuncia de una ya exconcejala del PSOE por “motivos personales” argumentando que “no dispone del tiempo necesario que requieren las concejalías que tiene asignadas”. Y cabe decirlo, fue honrada al reconocer un escenario que todos divisan pero nadie se atreve a apuntar.
Por otro lado, la renuncia de esta exconcejala se conoció el día 30 de junio porque así se hizo pública en diversos medios de comunicación pero llama cuanto menos la atención que estuviese presente en la sesión plenaria y participando de los acuerdos que van a regir el consistorio para acto seguido presentar su despedida.
Si la sociedad vilera era conocedora que cesaba ¿cómo puede ser que esté presente en el pleno y auto asignándose sueldo y competencias para acto seguido dimitir? ¿No sería ético que si ha dimitido ya no participe de estos acuerdos? Muy sencillo, diseñar un orden del día donde la renuncia de la concejala es el último punto responde a una estrategia del PSOE para no quedarse en minoría en la votación pero no es menos cierto que la legitimidad de su voto sea cuestionable.
Efectivamente, una argucia legal para ocultar la débil posición en la que se encuentra el gobierno socialista y que en la primera sesión plenaria ya debió quedarse en minoría.
Así empieza el periodo administrativo de la era socialista, con sorpresas. Y me temo que vendrán muchas más.
