Deber de vivir dignamente
El pasado invierno, desde el punto de vista climatológico, ha sido uno de los más calurosos, pero en los hogares de la Comunidad Valenciana y más concretamente de la Marina Alta ha sido uno de los inviernos más fríos de la historia, pues las ciudadanas/os en demasiadas ocasiones hemos tenido que disminuir o anular el uso de la calefacción para poder alimentar a nuestras familias.
La tarifa energética es la más alta de la zona euro, mientras nuestros salarios están entre los más bajos, teniendo en cuenta que en nuestra comarca se están cebando con los recortes más duros jamás vividos, pues debemos pagar los despilfarros de nuestros/as políticos/as y como siempre pasa en estos casos lo terminamos pagando las clases menos favorecidas. Tenemos un nuevo problema de exclusión social, que no pueden o no quieren darle solución, es la denominada “pobreza energética”, que sufren demasiados hogares en la Marina Alta.
Problema que se habría solucionado con una apuesta real por las energías renovables, y en especial por la energía solar con un desarrollo exponencial en los últimos años y que el eje PP-P$OE acordó en cortocircuitar, impidiendo a miles de familias poder tener una factura energética proporcional a los salarios miserables a los que nos estamos desgraciadamente habituando.
Según la Organización Mundial de la Salud, habitar en un hogar en el que de forma permanente se registran temperaturas inadecuadas, aumenta la probabilidad de desarrollar enfermedades físicas y mentales, (además del estrés provocado por el más que probable corte de suministro al no poder pagar las facturas de agua y luz, derechos universalmente reconocidos) especialmente en la población más vulnerable, incrementando la tasa de mortalidad de personas de avanzada edad.
Desde EU-Marina Alta consideramos que el papel de los ayuntamientos debe ser fundamental por ser la administración más cercana al ciudadano, impulsando actuaciones a nivel local como agencias de la energía para informar y ayudar a los ciudadanos a generar y consolidar el tejido social.
Actualmente los contadores electrónicos que las compañías han instalado los han programado para que sumen como consumo tanto lo que se inyecta como lo que se consume, se supone que es una forma de evitar que la gente se instale en casa las pequeñas instalaciones de microgeneración fotovoltaica.
Sol desde luego no nos falta, la mejor vía para su aprovechamiento son las instalaciones fotovoltaicas de conexión a red con balance neto, es decir inyectar a red durante las horas de sol que coinciden con las horas punta de mayor consumo y consumir de la red la energía que necesitamos cuando no hay sol y no podemos producir energía.
Siendo la solución tan sencilla y tan común, la única responsabilidad de no llegar a una solución coherente es de índole político, así que les pedimos a los responsables que se tomen en serio su cargo y dimitan por sentido común, reconociendo su incapacidad personal y profesional para garantizar a las ciudadanas/os los derechos fundamentales que la Constitución les otorga.
Permítanme terminar con una frase del recientemente fallecido y admirado José Luis Sampedro ; “mucho se habla últimamente del derecho a la vida, pero también tenemos el deber de vivirla dignamente”, recordándonos que con el inicio de la vida comienza la desigualdad, la esclavitud y la desafección del género humano.