Ni brotes, ni verdes
El verano toca a su fin y, con el mes de septiembre, reiniciamos las actividades cotidianas con más ímpetu y, como se dice, con las pilas cargadas. Unas renovadas ilusiones en seguir construyendo nuestra ciudad y en sortear las aguas turbulentas de un otoño que se presume movido y, desgraciadamente, angustioso para muchas familias. Cuando escribo estas líneas, nos acabamos de enterar de que el paro ya alcanza casi los 4 millones de trabajadores en nuestro país, y en Almassora ya son más de 3.000 las personas en situación de desempleo, creando la desazón y la desesperanza de muchas familias.
Las erráticas políticas seudo sociales de los dirigentes socialistas de nuestro Gobierno, con un desorientado e incapaz Zapatero, nos han llevado a la cola de los países europeos y al triste honor de ser los campeones del paro y de la destrucción de empleo. El drama familiar y personal que azota a nuestra sociedad, tristemente, no hace más que incrementarse, sin que se atisbe signo alguno de recuperación. Ni brotes verdes, ni esperanza, ni ilusiones, ni… nada de nada. Trapicheos para permanecer en el poder, al coste que sea, pero “de forment, ni un gra”…
Y así seguimos, con un presidente del Gobierno asido a su poltrona, sin prestigio, sin soluciones y, lo que es peor, sin la mínima preparación técnica para sacarnos del atolladero al que nos ha llevado con sus políticas fofas e irresponsables. Y aquí en Almassora, hemos tenido que leer a sus acólitos que pretenden darnos lecciones de economía… Sin palabras. ¿Vds. ven a alguno de ellos en disposición de dar lecciones de algo? Pues eso mismo le ocurre al Sr. Zapatero. No sólo no sabe de economía, sino que no reconoce que no tiene ni idea. Y claro, así nos luce el pelo.
Y con la misma angustia y dificultades de las familias estamos los Ayuntamientos. El Gobierno de ZP nos ha recortado este año casi 800.000 € las aportaciones a nuestro municipio, un 18%, de los fondos que, por Ley, ha de destinar el Estado a la financiación de los ayuntamientos, fondos que, lógicamente, salen de los impuestos que pagamos. Para que nos hagamos una idea, si una familia media viene a pagar unos 9.000 €/año de IRPF y en Almassora hay unas 10.000 familias, lo que aportamos los vecinos de Almassora (sólo en IRPF, sin contar IVA y otros impuestos estatales) serían unos 90 millones de €, de los cuales el Estado sólo nos ingresaba 4. Sin comentarios…
Pues de ésos , todavía nos han recortado este año casi 800.000 €. Y de eso, por cierto, no hemos oído decir ni pío a los socialistas de Almassora, ni votaron a favor de nuestra moción para pedir la no subida del IVA… Una subida del IVA que ya venimos sufriendo desde primeros de julio y que va a suponer un incremento de los impuestos estatales de 500 € anuales por familia… En fin, esperemos que esta pesadilla de Gobierno acabe pronto y que unas nuevas, y urgentes, elecciones nos permitan elegir a unos gobernantes estatales con más preparación y con verdaderas soluciones.
Mientras, tanto, como decíamos, seguimos trabajando con rigor y con la responsabilidad de dar respuesta a las demandas de nuestra población, a pesar de las dificultades. Estamos elaborando un plan de ajuste presupuestario que nos permita sortear la evidente disminución de los ingresos, sin menoscabar la prestación de los servicios a nuestros vecinos, y a pesar de la drástica reducción de ciertos ingresos, como las licencias de obras, frenados por la paralización de la actividad urbanística y por la desconfianza de los inversores.
Ello no obstante, durante este verano han sido varios e importantes los proyectos que se han lanzado y ya se encuentran en fase de licitación o ejecución. Ya son visibles las obras para el derribo del edificio consistorial, que darán paso a la construcción de un nuevo ayuntamiento acorde con las necesidades de nuestros vecinos. Hemos licitado el proyecto de mejora del Camí Om Blanc, se está terminando la primera fase de la renovación del alcantarillado de la playa, se han licitado las obras de urbanización del entorno de la Garrofera, y se han acometido diversas obras de mejora de aceras y asfaltados que continuarán en pocas semanas.
En definitiva, y a pesar de todas las dificultades, seguimos trabajando, poniendo nuestro mejor saber y entender para que esta ya larguísima crisis pueda ser superada razonablemente. Dicen que “no hay mal que 100 años dure”, y confiamos en que esta pesadilla llamada Zapatero termine lo más pronto posible.