Ante la Conferencia: República federal, municipalismo y primarias abiertas
Este fin de semana tendrá lugar la Conferencia Política socialista ante una franca necesidad de renovación. Tras el cierre en falso del último Congreso, no me estoy refiriendo al liderazgo de Rubalcaba, sino a la necesidad de convocar un Congreso extraordinario que debatiese los temas de calado que interesan a la sociedad, llega casi 2 años más tarde la conferencia política.
Asuntos como el modelo de estado, el derecho a decidir, la reforma de las administraciones, la fiscalidad o la transformación de los partidos, ocupan los espacios de los medios de comunicación a diario. La simplificación de esta Conferencia a un debate sobre las primarias o sobre el futuro de Rubalcaba, no hará más que empobrecer y empequeñecer los verdaderos debates que están sobre la mesa y cuyo debate afronta, casi en solitario, el mayor partido de la oposición a lo que ha de poner todo su empeño y esfuerzo.
Por todo ello debemos de preguntarnos si hay elementos y se cumplen las premisas para un verdadero debate. Sin duda una Conferencia, no es un Congreso, ni debiera pretender serlo. Empezando por la forma de participación. El andamiaje de esta Conferencia, es de corte Federal, pero es precisamente en ese federalismo que está por extender dentro y fuera del partido, donde se situará gran parte del debate. Las formas de participación política, empezando por la Conferencia, que incorpora más observadores y simpatizantes externos al partido que nunca, puede ser un gesto de apertura y escucha a la ciudadanía, pero que debe ser superado ya por unas formas mejoradas que permitan la elección directa de militantes y simpatizantes para cualquier proceso interno llámese conferencias, congresos o elección de candidatos en sus distintos niveles, del modo más trasparente, con profundos debates en la calle y en las sedes, sin que los avales sean nunca un obstáculo y si es necesario a dos vueltas.
Las corrientes no producen constipados, como señala algún dirigente, aunque sea estación propicia para ello, más bien al contrario entran como una ráfaga de aire fresco, en este interminable sopor veraniego, que trata de renovar ideas, en el caso de Izquierda Socialista, participando por derecho propio en los distintos Congresos y conferencias socialistas, con propuestas que aún forman parte del debate 25 años después de su puesta en marcha. Resultado de la diversidad que debe formar parte consustancial de los partidos, más allá de las coaliciones y las cuotas, una corriente es la garantía de un debate leal y constructivo generador de renovación en los partidos. Más aún en la familia socialista no debe sorprender a nadie, al responder a esa España federal y plural que los estatus socialistas proclaman dentro y fuera. En este punto, si hablamos del derecho a decidir, inalienable a cualquier pueblo o sociedad, comportaría una reforma constitucional que permitiría un nuevo modelo de corte federal, por lo que la corte monárquica quedaría aún más vacía de contenidos, dejando de cumplir las funciones encomendadas hasta la fecha. La necesaria concordia y recuperación de nuestra memoria histórica colectiva, no será posible si no se produce una revisión de ciertos acuerdos y periodos de transición que ahora no cumplen la utilidad para la que fueron creados, me refiero a los concordatos, diputaciones, gobiernos civiles, ley electoral, formas de participación política superando el equívoco debate actual de pseudo federalismo fiscal, que parece que ha deba ser el único elemento sobre el que pivote el futuro electoral de un candidato, sin más.
