Alzheimer político
Hace unos días salió de nuevo en los medios la situación de bloqueo administrativo que sufre el centro de día para enfermos de Alzheimer la Pineda situado en el antiguo cuartel Tetuán 14. Enseguida me vinieron a la mente los siete años que mi abuela materna pasó en nuestra casa, olvidando día a día su historia, su vida y a quienes la querían. Este centro fue una ayuda y alivio para mis padres y sobre todo para mi abuela, pues allí le ayudaron a combatir y retrasar los efectos de la triste enfermedad.
Muchas familias que sufren lo que sufrió la nuestra llevan años sin el apoyo de este centro por culpa de la administración política. Tanto dinero derrochado en ideologías que no alimentan, mientras quienes lo más lo necesitan son olvidados. Alzheimer institucional debe ser. Pero también Alzheimer del pueblo que ya no recuerda su capacidad de decisión, e impotencia porque en las decisiones importantes no somos escuchados. Olvidado durante años, sepultado bajo el estado de las autonomías: el poder municipal ha muerto.
Desde VOX no proponemos liquidar el estado de las autonomías para crear un súper estado centralizado, sino para devolver al pueblo su capacidad de decisión y respetar el principio de subsidiariedad. El estado autonómico arrebató competencias al estado central, pero también a los municipios, alejando la democracia de nuestros barrios. Incluso los burócratas europeos tienen mayor decisión sobre nuestras calles que nosotros, como vemos en las quejas de los vecinos por la inútil reforma de la avenida de Lidón o la dichosa almendra que limitará la libre circulación de vehículos por el centro de nuestra ciudad ¿A quién han preguntado para llevar esto a cabo?
Alzheimer político. Se llenan la boca hablando de lo social, de los colectivos vulnerables, de los refugiados, de los desahucios… pero no se equivoquen, tocan dinero y poder y se olvidan de nosotros. Dios nos libre de este mal y les hagamos recordar en las urnas y en el trabajo del día a día lo que han olvidado: su tarea es servir al pueblo. De momento solo nos queda seguir recordando a la corte del señor Ximo Puig, muy atareada en gestionar las buenas nuevas de sus corruptelas, la necesidad que tienen muchas familias castellonenses del humilde centro de día la Pineda.
