Zapatero ordena la crisis por decreto
Por eso pese a que la sociedad civil lleva a cuestas más de cinco millones de parados y un futuro más que incierto, aquí no se reconoce la crisis políticamente hasta que alguien toca el sueldo de los funcionarios o un partido político está a punto de perder el poder. En el Parlamento se votó contra o a favor de Zapatero, no se planteó el alcance de la crisis.
El Estado apareció en las sociedades modernas precisamente para defendernos de las arbitrariedades medievales. Pero lo ocurrido esta semana demuestra que los administradores del Estado sólo están para defender las crisis que les afecta. Pura supervivencia del sistema.
Porque el sistema tocó la campana hace unas semanas porque la crisis empezaba tocarle los pirindeles. Zapatero decretó la crisis en el BOE cuando los toros saltaban la barrera. Los equívocos o no con los créditos municipales o el demagógico impuesto a los ricos son puras chorradas, comparadas con la incapacidad para generar confianza y crecimiento que a su vez generen empleo.
Pero lo mismo ocurre con la «fusión fría» de la CAM y el sainete a lo Bernat i Baldoví en lo que ha derivado el llamado «caso Gürtel». La CAM sabe que tiene un grave problema de solvencia, pero atiende sólo a los intereses de su grupo de poder gobernante encabezado por Modesto Crespo y ni caso a impositores y alicantinos. Por eso dentro de unos meses alguien concluirá que lo de fría era una broma y que la fusión debe ser caliente y mediterránea.
Y con Gürtel el sistema alcanza su dimensión máxima de instrumentalización de la realidad en función del interés de los actores. A los valencianos nos hacen asistir a un espectáculo entre Tomás y Ponce o el Barça y Madrid. Como la solución a la crisis, todo hay que tomarlo por dogma de fe y ni siquiera por aplicación de la ley. La culpabilidad o la inocencia se decreta en los diferentes BOE y no en los juzgados.
Más ejemplos de la «estatalización» de la crisis. En Grecia ya han tenido que decidir suprimir un tercio de los ayuntamientos (por eso la crisis es global y sistémica). Aquí recortan los créditos a las corporaciones locales sin querer enterarse que hace meses que los ayuntamientos españoles no tienen ni para semáforos porque caen las transferencias del Estado. Pero nadie ha querido reconocer la crisis hasta que Zapatero no la ha puesto por decreto.
De nuevo las dos Españas. El Estado (el Gobierno, las autonomías, los cortesanos) y la sociedad civil. Unos decretan la crisis en el BOE o juegan a insultarse y los otros la llevamos en la cartilla del paro. Por eso, como todo debe estar en el BOE, nadie sale a explicarnos que millones de españoles no volverán a tener trabajo ni siquiera animando a la Selección Nacional, convertida en El Cordobés del Siglo XXI. Ya saben, lo importante es la crisis del Estado, no los millones de parados.
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