La regeneración de un pueblo joven
Pues obviamente hay una conmemoración institucional y luego, según municipios y presupuesto, se montan unas carpas para niños, algunas paellas y un par de filáes de moros y cristianos para dar ambiente de época. Y en Valencia, si no llueve, una cabalgata y un gran castillo de fuegos artificiales. En Alicante ciudad solo saben que es fiesta y no saben por qué. Pero es nuestro 9 d´octubre y hemos de conmemorar nuestra fiesta nacional. Es obligatorio porque así lo quiso Jaime I.
El acto institucional es también un evento interesante, porque da boato y sale en todas las teles. Y más este año, porque todos los aguerridos reporteros preguntarán sobre Gürtel, las Fundaciones, Brugal y hasta sobre la próxima reaparición de Carlos Fabra. Menudo día patrio. Igual alguien le pregunta a Jorge Alarte sobre Benidorm y si aparece Zaplana le interrogan sobre la traición de Ripoll. Como se ve, pura reflexión sobre nuestra entidad nacional.
Tampoco pasa nada, porque esto de la entidad nacional se lo debió inventar alguno que estaba de paso, más allá de Bruguera, Ventura o Fuster. Porque que yo recuerde durante años me cansé de ver tal día como hoy un solitario policía local custodiando el Penó de la Conquesta por la calle de la Paz de Valencia, mientras los coches pitaban sin comprender qué coño hacían esos proscritos. Y en las hemerotecas de antes de la Dictadura tampoco es que queden reflejadas grandes manifestaciones populares nacionalistas ¡Eso ha sido el 9 d´octubre toda la vida! Ahora hemos reinventado la historia y todo sea por la patria. ¡Faltaría más! ¡Hasta tenemos una cláusula en el Estatut para ser como lo catalanes! Pero igual ahora urgen otras apreturas.
A estas alturas somos un pueblo demasiado joven para mirar solo esta fecha como algo histórico, ni siquiera para pensar en ofrendar glorias a España. De repente ha estallado esto de la crisis que ya se ha llevado por delante dos enseñas nacionales: Bancaja y la CAM, aunque es cierto que nos queda Mercadona. ¿Sirven el Furs para paliar el paro? La verdad es que nuestros hijos deben conocer nuestra historia: es de bien nacidos, pero la crisis sistémica arrastrará sin remedio estatutos, divisiones administrativas y planteamientos territoriales. Hay que estudiar a Juan Reglá, pero también aplicarse en saber lo que piensa Paul Krugman. El vergel agrícola languidece. Y en lugar de quedarse a verlo amarillear hay que ponerse a aprender cómo aplicar el grefeno a nuestras industrias. (¿Qué usted no sabe qué es el grefeno? Pues por ahí empieza la regeneración)
A lo mejor esto del 9 d´octubre sirve para iniciar la regeneración que está clamando este joven pueblo. Regenerar la vida política, la ética de la gobernanza en la sociedad civil y sobre todo regenerar lo que nos da de comer: el tejido económico y social, trabajando por una alternativa hacia el futuro y no hacia el glorioso pasado que nunca fue mejor. Y si no hagan la prueba. ¿Qué prefiere su mujer? ¿La mocadorá, una caja de chocolates Valor o un Iphone?