El efecto avalancha
La Teoría de la Avalancha es un principio físico que traducido a la crisis que padecemos explica porque el paro en un barrio de Valencia provoca el cierre de un bar de toda la vida. O como la necesidad de austeridad en la administración acabará afectando al sistema constitucional español para aliviar los costes estructurales que tiene mantener el llamado Estado de las Autonomías. El retraso en el reconocimiento oficial de la crisis nos sepulta bajo la nieve.
Dos años hace que Rodríguez Zapatero dijo en una reunión de su partido aquello de que el PIB español superaba al italiano y le íbamos a la zaga a los franceses. Y ni siquiera hace un mes que se le llenaba la boca, a él y a su feligresía, de exhibir nuestra solidaridad con Grecia, con cuyo nivel de deterioro no teníamos nada que ver. ¡Faltaría más! ¡Confundirnos con los griegos!
Pero ahora resulta que en solo una semana caen unos copos de nieve y hasta Obama tiene que llamar de urgencia a su amigo español para decirle que se ponga a la faena. Y no es que hayamos cedido soberanía a Bruselas o a Estados Unidos. Es que les debemos más de trescientos mil millones de euros y temen por sus intereses. ¿Qué haría usted con uno que le debe mil euros, le dice que espere un poco para cobrar y mientras se hincha a langostinos?
Nunca creyeron los gobernantes que la crisis en la economía privada (paro) pasara a la economía pública. ¿Qué es eso de bajar el sueldo a los funcionarios españoles? ¡Eso aquí no se toca! ¿Y cómo van a pasar a inversiones privadas lo que son obligaciones públicas? ¡Si somos de izquierdas¡ Para nosotros el tren es del Estado, la sanidad debe ser pública y para todo pedimos subvención. Eso del copago en la sanidad o la explotación privada del AVE lo hacen los alemanes, los ingleses y hasta los franceses, pero nosotros somos la reserva ideológica de occidente. Y si el Estado no puede, ¿por qué no empezar a pensar en un consorcio de empresas que construya y explote el AVE del corredor mediterráneo?
Ni caso a esas alternativas. Por eso tenemos que pagar nuestras deudas y si no hicimos los deberes en su momento hay que hacerlos ahora. Además, si la mayor parte de los sueldos en este país han caído un veinte por ciento y hay cinco millones de parados, ¿por qué no puede afectar a los funcionarios? Pues les ha llegado. Y es solo el principio de la avalancha. Porque será sistémica y afectará a las CC.AA, aunque ahora todas alardean de estar haciendo los deberes (¡Ja!), y a los ayuntamientos.
Y la avalancha llega a la Comunidad. De hecho ya llegó hace años a la economía privada, con efectos nunca vistos. Los resultados sectoriales del calzado, juguete, azulejos, mármol, turismo, naranja y otros grupos que conforman nuestra columna vertebral son infames. Con la venta de Famosa el juguete ha quedado ya en manos extranjeras y producción China. Y el azulejo ha caído en el primer trimestre un 28 por ciento en metros cuadrados producidos sobre el 2009 y un 29 por ciento en millones de euros.
La gota ya ha colmado el vaso, pero nadie se mueve ante la avalancha, como mucho, con la excusa de Gúrtel, convocan elecciones anticipadas y así tienen cuatro años más para respirar. Andamos jugando a fusiones delatantes de la CAM, reducciones presupuestarias de juguete, trajes de Milano y sonrisas ante un programa político del PSPV-PSOE (Jorge Alarte) que queda antiguo a las dos horas de presentarlo. Definitivamente, me interesa más el fichaje de Villa.
(Sígueme en www.jesusmontesinos.es y www.twitter.com/jmontesinos)