Demasiada deuda para pagarla
Los datos globales son siempre muy generosos, porque siempre son corregible a partir de medidas macro decididas por gobiernos y bancos centrales, pero ese endeudamiento de empresas (143 % del PIB) y familias (85 % del PIB) significa que a cada españolito nos pesa como una losa la hipoteca pendiente, el crédito para circulante y los activos hipotecados y no realizables. ¿Cómo hacer frente a todo ello? El Gobierno sube el IVA o deja unos puentes por hacer y si es un ayuntamiento o un gobierno autonómico retrasa el pago a proveedores o incluso paraliza la gestión hasta el infinito electoral. ¿Pero qué hacemos familias y empresas con esta inconmensurable deuda?
Obviamente la deuda existe porque nos la buscamos. Pero ese crack pendiente es más grave que la simulación de las tres AAA que nos pueda dar una agencia de valoraciones. Con tanta deuda privada dando vueltas es imposible que no estalle otra burbuja, que ya no es financiera ni inmobiliaria; va a ser social y familiar.
Los créditos que apunta el ICO o los institutos financieros autonómicos son más de lo mismo. Te retrasan la llegada al árbol del ahorcado, pero llega, porque al deber mucho sigue registrándose una tendencia al ahorro y falta de consumo que permita vender y recuperar beneficio empresarial. Círculo diabólico. SI a ello le sumamos la falta de confianza en el liderazgo político estamos apañados. ¿Pesimista? No. Es que debo mucho y me deben más.
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