El BLOG de una PYME: la casa de cristal
Así que unos en el bar eran partidarios de montar una casa de cristal en medio del polígono y cobrar a los curiosos y otros más radicales pensaban en asaltar un banco a la argentina y sacar todo lo que les queda en la libreta. Lo primero ha quedado poco descartado, porque entre las tripas cerveceras y la camarera rubia no había mucho entendimiento; así que lo hemos dejado para otra ocasión con más carajillos.
Pero lo de los bancos y cajas no crean que a quedado desestimado. Contaba uno que le daban hasta el 5 % por unos ahorros que tenía de su padre, pero que le pedían más de un 7 % por un crédito para comprar mercancía. El negocio es claro. La caja se queda con el 2 por ciento de diferencial. Pues no, nos ha explicado un interventor que estaba allí almorzando. Las cajas españolas tienen más del 25 por ciento en créditos inmobiliarios que veremos cuándo recuperan, pero que tuvieron que titularizar a bancos y particulares extranjeros. A esos les deben más que al Monte de Piedad y casi al 10 %. Si tienen que abonar entre el 5 que pagan por el pasivo y el 10 al prestamista, pierden un 5 por ciento. Una ruina. Por eso el 2011 todos dicen que bancos y cajas se van a la ruina.
Total, que en el Polígono estamos acobardados. Porque si pagan esos porcentajes por tener el dinero en la cartilla quién coño va a dedicarse a comprar mesas, sillas, azulejos o chuches. Yo mismo dejo la maquinaria sin acabar de montar y me voy a poner el resto en la caja. ¿Para qué correr el riesgo de fabricar si el consumidor va a tener el dinero en el banco y no gastará ni en acelgas? Lo llevamos claro.
¿Lo sabrá eso Zapatero? Yo creo que si, pero como en lo del Sáhara no sabe por dónde tirar. Si ayuda a los saharuis el moro se le mete con una marcha verde en Ceuta y Melilla. Y si se pone de perfil el españolito de a pie le dice traidor y cobarde. ¡Menudas ganas le tenemos al moro! Pues lo mismo. No se atreve a meterle mano a la economía porque hay unas elecciones por el medio y Rubalcaba no le deja. Pero si le mete mano nos sublevamos hasta los que vivimos en la casa de cristal.