Unos comicios de aúpa
Ayer, domingo 21 de octubre, tuvieron lugar las elecciones autonómicas en Galicia y en el País Vasco. La valoración principal que se merecen es que transcurrieron con casi total normalidad, a excepción de dos actos llevados a cabo por indeseables que intentaron impedir la entrada en los colegios a algún candidato.
En el caso de Galicia tuvimos unas elecciones en clave 100% autonómica, es decir, que poco o nada importó la valoración que los gallegos tienen hacia el ejecutivo central. El candidato popular, Alberto Núñez Feijóo, supo desvincularse de Génova y mostrar una candidatura personalista en la que en la medida de lo posible dejó de lado los símbolos de su partido. Además se prescindió de la presencia de Mariano Rajoy, a excepción del acto de fin de campaña. Otro dato relevante es la bajada de la participación en siete puntos respecto a los comicios anteriores, producida por la inexistencia de perspectiva de cambio.
Respecto al caso vasco debemos remarcar la derrota de la alianza constitucionalista en pro de una mayoría nacionalista, formada por el ganador PNV y la nueva formación de izquierda abertzale, Bildu. Muy atentos debemos permanecer a esta nueva conyuntura ya que no es moco de pavo que la mayoría parlamentaria esté en manos de nacionalistas y en el caso de Bildu, extremistas proterroristas.
En común, en las dos elecciones no podemos dejar de analizar el batacazo electoral del partido socialista tanto en Galicia como en las vascongadas. Una caída que de seguro será la causa de profundas reflexiones en Ferraz y que marcan un antes y un después en el panorama político de nuestro país. Creo que seremos testigos del declive del PSOE como partido hegemónico de la izquierda española.
Se están produciendo cambios en España y no todos son buenos. Y como bien decía Martin Luther King: “No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética, lo que me preocupa es el silencio de los buenos”
Y que viene a demostrar que pese a quie le pese, la izquierda española, está tan desprestigiada despues de Zapatero y Rubalcaba, que va de mal en peor. Precisamente por eso, en una Galicia gobernada por el PP y con la cuestionable labor de Gobierno llevada por un Rajoy en mi opinión indefinido, ha triunfado un Feijjo que ha hecho de la austeridad en los gastos públicos, y la reducción de cargos y privilegios de los políticos su lema de Gobierno, ha recibido la convalidación de su pueblo, mejorando muy sensiblemente los resultados anteriores, su hundiendo al PSG en los perores resultados de su historia reciente. Los nacionalistas se reparten mas o menos lo que tenian, mejorando a costa del PSOE como lo ha hecho el PP. En el Pais Vasco, como de costumbre la Derecha Nacionalista arrincona al PSOE, mandandole a las tinieblas, y el PP tambien fracasa estrepitosamente por su politica de tolerancia con el terrorismo y separatismo abertzale. Para eso, los vascos prefieren al PNV.