Procesiones y carreras
A lo largo del año son muchos los actos que se realizan en la vía pública.
Se celebran fiestas populares en muchas calles y barrios y son dignas de admirar porque ves que no se pierden las costumbres y tradiciones. Dentro del programa de fiestas siempre destacan los pasacalles y las procesiones en honor de la patrona o patrón, donde los vecinos participan con entusiasmo y en cada barrio está el clavario que se encargará de preparar el programa de fiestas para el año siguiente y velar por el patrón.
Son ejemplos las procesiones en honor a San Francisco, a San Cristóbal, a San Blas, a la Virgen de Lidón…
Nos encontramos también con las grandes procesiones de Semana Santa, Corpus, las cabalgatas de la semana de las Fiestas de la Magdalena, la de Reyes y otras para celebrar diversos eventos.
También se realizan en la vía pública competiciones pedestres como la media maratón y otras carreras. También están las no competitivas.
En todos estos actos a la gente les gusta participar y hablando con participantes les notas la ilusión con la que se han inscrito.
Me atraen todas estas manifestaciones y formo parte del público que anima a los participantes de las carreras aplaudiéndoles.
En las procesiones asisto como parte del publico o participando en alguna de ellas.
Estoy a favor de todos y cada uno de los actos que se programan incluso he ayudado en alguno de ellos.
Una ciudad al realizar todos estos eventos la podemos considerar como una ciudad viva, preocupada por sus tradiciones y costumbres donde cada uno de los ciudadanos debemos poner algo de nuestra parte para que vaya en aumento.
Respecto a las reuniones deportivas, tanto competitivas como no, se deben motivar para que se celebren más. Los vecinos quieren participar y lo demuestran en el número de participantes en cada una de ellas.
Todo esto está bien y como he dicho anteriormente estoy a su favor.
Lo que no comparto es que a veces no hay una buena planificación respecto a los responsables de cortar las calles para que pueda discurrir con normalidad el evento y que muchos ciudadanos queden atrapados con sus vehículos sin poder ir ni adelante ni atrás.
Sin ir más lejos, el pasado domingo me quedé bloqueado con el coche frente a la puerta principal del Hospital Provincial. La competición pasaba por la calle República Argentina y claro está no podíamos pasar. La cola de vehículos llegaba hasta la carretera de Alcora. Los pitidos de los coches no cesaban y estuvimos más de un cuarto de hora allí parados.
Si antes de entrar al túnel hubiesen desviado la circulación por calles alternativas no se habría llegado a esto.
No es la primera vez que ocurre y la gente sabe que el guardia que se encarga de parar la circulación no es culpable, pues él está realizando el trabajo que le han encomendado.
No se debería llegar a estos extremos planificando bien por dónde deben desviar la circulación.
