El Terrateniente y la Isla de Helgoland

“Erase una vez un rico terrateniente que tenia muchas hectáreas de tierra y bosques y agua. Su vida era muy regalada. Lindando con sus posesiones, se levantaba un pueblecito habitado por muchas pobres gentes que apenas tenían que comer y no disponían de electricidad ni de agua corriente. Una noche llego un extranjero al pueblo y anuncio: buenas noches. Soy el Estado y puedo ayudaros. Solo tenéis que darme el poder. La proposición gusto a aquellas pobres gentes, que concedieron el poder al Estado. A la mañana siguiente El Estado se presento ante el terrateniente y, haciendo uso de su poder, le obligo a ceder parte de sus riquezas. Los ciudadanos, pudieron tener así calles asfaltadas, luz y agua corriente.

Muy satisfechos, al día siguiente rogaron al Estado que les hiciera otros favores: que les construyera casas elegantemente amuebladas, con alfombras, cuadros y televisores. El Estado volvió a investirse de poder, se presento ante el terrateniente y consiguió el dinero para pagar las bonitas cosas que deseaban los ciudadanos. Mientras tanto, también el Estado había empezado a tomarle el gusto a ese sistema de usar el poder para conseguir el dinero y de ese modo hacer feliz a la gente. Aquella noche les pregunto a los ciudadanos: que mas podría hacer por vosotros??? no os gustaría dejar de trabajar, no tener que sufrir y bregar mas??? Claro !!! Claro!!!, exclamaron regocijados los ciudadanos.

El Estado volvió a arrogarse el poder, se presento ante el propietario y le dijo: ahora quiero el resto. El propietario replico: el resto ya te lo di ayer. Hoy nadie se ha presentado a trabajar. No se ha cosechado nada, ni se ha obtenido beneficio alguno, dicho lo cual el terrateniente monto en su caballo y nunca mas volvió a sus tierras arruinadas. El Estado se quedo entonces sin saber que hacer. Las gentes del pueblo esperaban todo el dinero que les había prometido. Pero el dinero no existía y tampoco volvería a haberlo, puesto que las gentes ya no querían trabajar y el terrateniente se había arruinado y había desaparecido. Y ese día El Estado, compareció en la plaza del pueblo y anuncio a los ciudadanos: He Quebrado.”

Muy simple, muy obvio y muy viejo. Pero Cuanta Actualidad Tiene !!!!! Cualquier semejanza con la realidad No Es Pura Coincidencia.