Réquiem por Zapatero

Este verano durante las vacaciones me reuní con unos "amigos" que dicen ser socialistas, algunos de ellos comentaban que Zapatero debería dimitir, seguramente me lo dicen porque saben que yo soy uno de los que pienso que sí debería dimitir ya que lo voté y me siento engañado. Uno que es bastante sincero me dijo, estoy aterrorizado de lo que se nos viene encima cuando el partido socialista pierda el poder y seguramente equivocadamente o no la historia nos trate con desprecio por gobernar en contra de los intereses de la clase obrera. La legislatura de Zapatero esta casi agotada y el balance de Zapatero es negativo.

Nadie puede negarle el merito de actuar donde otros no se atrevieron, aplicando derechos, como el dice, pero deteriorando el país referente al mundo laboral y al internacional, ya que su trabajo solo abarca el subvencionalismo. Nunca ha sido capaz de crear las condiciones favorables de crear puestos de trabajo ni creo que aunque gobernara mas legislaturas no lograría este objetivo tan necesario para España. El pecado mas grande de Zapatero es ensanchar el foso que separa a los políticos de los ciudadanos y no olvidemos el desprestigio de la clase política que ha caído por los suelos. Las criticas al Sr. Zapatero crecen como la espuma en el seno del partido, miles de socialistas anónimos que no quieren dar la cara para no enfrentarse con el partido y perder los privilegios y ventajas que trae la militancia.

Hoy en dia estamos en manos de oportunistas sin visión de estado, que están destruyendo a la clase trabajadora y dando privilegios a la banca y multinacionales incluyendo a los sindicatos que han enmudecido. Donde están los grandes beneficios acumulados durante los últimos 14 años y como en un año y medio de crisis el estado a dilapidado todo este capital en ayudar a las entidades responsables de la crisis, ya que durante esta ultima década solo se preocuparon de aumentar sus beneficios, que por cierto no repercutieron en la clase obrera. Resumiendo el mundo no esta en peligro por las personas que hacen las cosas mal sino por los que las permiten.