La degeneración industrial

Si buscamos en el diccionario la palabra creatividad veremos que se define como “la capacidad de hacer cosas a partir de nada”. Seguramente la mayoría pensaremos que es muy pretencioso tener ideas innovadoras partiendo de una situación de tabla rasa.

Casi siempre nos inspiramos en cosas que ya existen, de hecho este es el camino que normalmente utilizamos para crear e innovar.

Ya ha terminado el tiempo de pensar y crear de la misma manera.

Durante muchas décadas se ha implantado la degeneración industrial sin que nos diéramos cuenta, hacer que las cosas duren menos y consumir más.

Antiguamente los muebles de las casas no se solían cambiar o simplemente se reparaban ya que su material y fabricación eran de alta calidad, en la actualidad en la vida de una familia suelen cambiarse entre 3 o 4 veces como mínimo y si hablamos de automóviles, electrodomésticos, accesorios, más de lo mismo.

La idea era muy simple crear un mercado de consumo ficticio para la gente pueda trabajar.

De esta manera la industria ha ido progresando e incrementando los puestos de trabajo.

Sabemos que la gasolina o gasóleo que utilizamos para el automóvil es un bien que se está terminando y actualmente surge la idea de sustituirla por coches eléctricos o híbridos y parece que vamos bien encaminados, pero nadie está pensando que para las baterías y acumuladores utilizaremos litio y ¿cuánto litio tenemos en la tierra?… da lo mismo lo importante es cambiar y vender, a largo plazo ya lo volveremos a pensar.

Cuando nuestro entorno se enturbia por las adversidades, cuando nuestros bolsillos están vacíos, cuando nadie sabe cómo llenar la olla, cuando el mundo parece acabarse surgen las ideas que revolucionan las sociedades y se regresa entonces a lo que siempre fue seguro, de lo que nadie duda.

Por esto hacia inca-pie en la creatividad ya que seguramente caeremos en el mismo error.