Convivir con el enemigo

Dos del mismo vientre y cada uno de un temple.

Muchas veces he podido observar que dos personas que habitan en un mismo techo, si se hacen mal y se pierden el respeto, más tarde o más pronto se termina la convivencia entre ellos. Lo mismo pasa con las “naciones”. Si dos naciones mantienen un régimen de convivencia o pacto y una de las dos lo rompe, en contra de un referéndum suele desencadenarse un gran conflicto. Esta pequeña introducción es el principio de la realidad catalana. Todavía no sabemos bien a donde nos llevara, pero una cosa esta clara el tren se ha puesto en marcha. Unos dicen que hay que rehacer el pacto constitucional, otros que un paso a delante, pero sin decir donde, otros que se ha de devolver la voz al pueblo con un referéndum. Ahora tocaría esto último ya que el resto lo hemos probado muchas veces y no ha dado resultado. El estado español es el responsable de llevarnos a esta crisis institucional y anteponiendo al partido socialista y popular por delante del pueblo de Cataluña. Hoy, la globalización, la competitividad internacional, económica, laboral, social, educativa e ideológica son retos del futuro, son las que más preocupan a los ciudadanos y que requieren soluciones. Es lógico por lo que respecta a Cataluña sin el lastre de España se generarían respuestas más eficaces para salir de la actual crisis, con más garantías de éxito. Una cosa esta clara España no ha sabido, ni sabe salir de esta crisis, ni mejorar el nivel de vida de los ciudadanos, se ha dedicado al “cuento” de subvenciones y peonadas sin tener en cuenta la productividad.