La contaminación (los coches eléctricos)
Parece ser que para eliminar la contaminación en las ciudades, la solución está en los coches eléctricos, en principio es una buena idea y un ejemplo está en Noruega que es la nación que más está apostando por esta solución. Si realmente queremos copiar la aplicación de esta nación debemos analizar qué sistema que está aplicando para llevar acabo estos cambios, uno y el más importantes son las subvenciones al coche eléctrico. No debemos olvidar que Noruega vende la gasolina a Europa, material contaminante y con los beneficios subvenciona a los coches eléctricos, cosa que en España es difícil de aplicar esta solución. En Cataluña se están creando normas para evitar la contaminación, dicen que hay 130000 coches contaminantes que circulan y serán los penalizados. Muchos creen que tomando estas medidas la contaminación quedará solucionada. Nadie tiene en cuenta que muchos de estos vehículos no realizan más de 3000 Km al año, aunque taxis y furgonetas sí que pueden contaminar, pero estos ya son más fáciles de controlar. Seguramente dentro de unos meses se realizarán unos controles de matrículas contaminantes que circulan por Barcelona sin ser multados y entonces verán que realmente que son pocos los coches contaminantes que circulan, espero que con estos datos recapaciten y estudien con propiedad las soluciones a tomar. Siguiendo con el coche eléctrico que seguramente se irá imponiendo a corto plazo, debemos analizar también los problemas de estos cambios. Uno de los cambios más importantes será que estos vehículos tienen muy poco mantenimiento, ya que son muy pocas piezas necesarias para su fabricación, la duración en el mercado es 5 veces superior a los actuales. Los puestos de trabajo caerán en picado, aunque las baterías tienen una caducidad y un importe muy elevado en su sustitución. Nadie se ha preguntado si estos acumuladores de energía pueden perjudicar a los usuarios ni tampoco si hay suficiente material para su construcción en el mundo de estas baterías, ni mucho menos el reciclaje de las mismas. Las infraestructuras para suministrar esta nueva energía tampoco están previstas, ya que las gasolineras no están preparadas para dar este servicio. Lo que sí está claro es la prisa que hay para llevar a cabo estas nuevas tecnologías y como siempre ya se irán solucionando sobre la marcha. Tampoco está claro que los ciudadanos que compren un automóvil de gasolina o gasoil en el 2018 cuánto tiempo podrán circular con él ya que las leyes las cambian constantemente a su capricho. Espero que los responsables de estos cambios estudien la solución más favorable para no crear problemas mayores a los que tenemos en la actualidad. No creo que este razonamiento sirva para nada ya que los que deciden si se equivocan no les cuesta ni un euro.
