Claro como el agua
Primero repitieron hasta la saciedad, sin documentos oficiales, que el Ayuntamiento de Onda tenía 16 millones de euros de deuda. Para justificar su “gran mentira” contrataron una falsa auditoria para intentar demostrarlo y aun así no les salieron las cuentas. Tres meses después acabaron diciendo que habían reducido la deuda en tres millones de euros. ¿Entienden la estrategia? Empiezo por hinchar la deuda y cuando llega la hora de la verdad me atribuyo el mérito de haberla liquidado yo. Claro como el agua.
Después alardean de transparencia en los medios de comunicación y al mismo tiempo prohíben a los grupos de la oposición el acceso a los despachos del Ayuntamiento, no facilitan los expedientes ni la documentación solicitada, contratan sin realizar publicidad en detrimento de las empresas de Onda o quitan competencias al Pleno para que no participen los demás grupos políticos. Claro como el agua.
A continuación venden grandes titulares, exaltando las bondades de sus decisiones o acciones. Todo con una finalidad: distraer la atención de los ciudadanos. Y la realidad es bien distinta. Crean ordenanzas restrictivas, los servicios de mantenimiento de la ciudad están abandonados, limitan las libertades y derechos de los ciudadanos, y ahora todo cuesta más dinero a los ondenses. ¿A quién pretenden engañar? Claro como el agua.
Y tras un año perdido, y mil y una maniobras de distracción, para camuflar los problemas de fondo nos encontramos que el señor Aguilella y la señora Ballester no han aportado ni una solución y el agua está turbia. Ni medidas encaminadas al fomento del empleo, ni a la reducción de las listas del paro, ni a la reactivación de la economía.
Los ondenses todavía esperamos, después de un año de gobierno, que trabajen y no confundan.