No hay pastel para repartir, pero aún tienen hambre de poder
El pasado julio tuve que renunciar a formar parte del gobierno de Moncofa, un gobierno compuesto por 6 concejales del PSOE y 1 concejal de BLOC -Compromís, en la oposición quedaba el PP con 6 concejales.
Esta rotura viene producida porque después de realizar una auditoría urbanística y judicial, durante 2 años, el resultado ha sido diferentes «chapuzas » urbanísticas y sobre todo una falta de documentación relevante para poder aclarar muchos de los actos de gestión política anteriores.
Ante esta falta de documentación solicitamos que el PSOE de Moncofa busque dentro de los diferentes departamentos, la única respuesta que recibimos es: «No los encontramos porque no están ». Con una situación que no comprendíamos la pasividad del PSOE para facilitar el correcto funcionamiento de la auditoría, nos vimos obligados a hacer la acción anteriormente escrita, renunciar a nuestros sueldos y pasar a la oposición.
Ahora el tiempo ha pasado y durante todo el mes de agosto los diferentes partidos mayoritarios del municipio han opinado sobre la rotura del gobierno. Mi sorpresa ha sido que, en todo momento, de la única cosa que han hablado es de quien «cogerá el poder del municipio ». Pero todavía estoy esperando que se hable de los diferentes puntos que no están claros en la auditoría.
La situación del municipio de Moncofa es muy preocupante y su endeudamiento, junto con su mala gestión, ha producido que tengamos unos impuestos muy elevados que sólo los debe asumir los vecinos del municipio. Estos elevados impuestos son para cubrir todas las fechorías que, año tras año, se han realizado por beneficios partidistas y electoralistas de los partidos mayoritarios como el Belcaire Sur, el mercado, la ronda, etc., etc.
La única respuesta de estos partidos de cara a los vecinos de Moncofa, aunque saben que no hay pastel para repartir, ha sido el apetito del poder. Demostrando una vez más que están anclados en un sistema electoralista con un único objetivo, adquirir el poder de cualquier manera anteponiendo a las necesidades del pueblo.
Hablé del cambio político durante toda la campaña electoral, pero no un cambio de color o de partido político, ni un cambio de izquierdas o de derechas, ni rojos o azules. Estas épocas han de valorar, aprender y coger los puntos buenos para todos los ciudadanos y aplicarlos para crear un nuevo modelo político y social.
El cambio político, del que hable, no pasa porque venga alguien y nos solucione el problema sino en el cambio de mentalidad. Una mentalidad solidaria de un pueblo unido, participativo y que busca soluciones con representantes que anteponen los ideales a una carrera política. Este es el verdadero cambio y hacia donde enfoque mis esfuerzos. Partiendo de la eliminación de la peor lacra de nuestra sociedad que son las posibles corruptelas de algunos políticos que han destruido nuestro pueblo.
Tenemos que limpiar para poder empezar a construir, sino nuestro esfuerzo no servirá para nada.El cambio esta latente, ahora es el momento de despertar.