Los PGE ante su Rubicón
¿Por qué está tan nerviosa toda la familia política del progresismo rampante?, ¿qué está pasando para que la presión mediática se haya incrementado de forma inusitada contra el Partido Popular en los últimos tiempos? Cuando César tomó la decisión de cruzar este río de Italia en su marcha contra Roma, sabía del riesgo que tomaba. Y allí exclamó, Alea jacta est, para pasar a escribir una página de oro en la historia de Roma.
Pasar el Rubicón, significa dar un paso hacia una empresa sin poder dar ya vuelta atrás. Y ahí está todo el Partido Popular dispuesto a dar ese paso al frente. Convencidos y decididos de la importancia de pasar ese Rubicón. Una decisión que va a comportar un paso definitivo para el presente y futuro de todos los españoles. Un paso determinante para consolidar una fuerte recuperación que viene a constatar que las políticas reformistas llevadas a cabo han surtido efecto. No podemos dar ahora pasos para atrás y desandar lo andado. Hemos ganado la batalla a la crisis, gracias al esfuerzo de todos. Bueno de casi todos. Especialmente de los ciudadanos que han aportado su esfuerzo y sacrificio, porque la cohorte de profetas del desastre, los mismos que pedían el rescate, los que no vieron venir la crisis, los que apuntan pócimas salvíficas para depurarnos ideológicamente, solo se han dedicado durante este duro período, a criticar y poner palos en las ruedas de un país que estaba en la UVI.
Toda la izquierda, la progresista y la radical, en plena convulsión interna, saben que estos Presupuestos de 2017 pueden consolidar la confianza de los españoles en las políticas del Partido Popular. Su estrategia de acoso y derribo, al precio que sea, no está surtiendo el efecto deseado, salvo la constante crispación del clima político. Los Presupuestos se han convertido en el Rubicón del Partido Popular, entregado en su cruzada contra una crisis sin precedentes en el peor contexto posible.
Los datos de los diferentes organismos Internacionales siguen constatando la eficacia de las medidas tomadas. El último, de Eurostat, confirma ese liderazgo en toda la UE. El PIB de la eurozona y de la UE aumentó un 0,5% en el primer trimestre de 2017. En España, el PIB creció un 0,8 % entre enero y marzo en comparación con el trimestre previo. Asimismo, la economía española avanzó un 3% entre el primer trimestre de 2016 y el mismo periodo de 2017. Un fuerte dinamismo que confirma la fortaleza de nuestra economía. Y no solo desde el punto de vista cuantitativo. Sino cualitativamente, como demuestran los datos de empleo, con récord de afiliaciones, y los datos de aportación del sector exterior. Y el mejor exponente de esa confianza y estabilidad conseguida lo demuestra el estudio de Randstad, que apunta a que la confianza de los trabajadores en mantener su empleo ha alcanzado su cifra más alta en cuatro años: el 69% de los ocupados confía en mantener su puesto de trabajo en los próximos seis meses.
Ahí radica la verdadera preocupación de una Oposición que sigue obstinada en mantener una nueva Causa General contra el Partido Popular. Los nuevos Inquisidores, profetas de la posverdad, saben que el ciudadano quiere estabilidad, confianza y seguridad, pero primero Empleo. Y eso se está consiguiendo, muy a su pesar. El emponzoñamiento de la res pública, anulando la presunción de inocencia y extendiendo la presunción de culpabilidad sobre todo el Partido Popular, solo busca dinamitar esa tendencia constante que la sociedad española ha asumido a lomos de la recuperación. Somos conscientes de que aún queda mucho por hacer. Un duro camino lleno de dificultades que estamos sorteando entre todos. Y estos Presupuestos de 2017 vienen a apuntalar ese esfuerzo titánico. Nos preparan mejor para el futuro, asegurando el Crecimiento Económico, la creación de Empleo, las Pensiones, la Sanidad, la Educación y los Servicios Sociales. Un compromiso también con la reducción del Déficit y la reducción del Paro.
Porque no se trata de gastar más, sino mejor. Un Presupuesto basado en las verdaderas necesidades de los españoles (solo hay que ver los datos del último barómetro del CIS), para garantizar así la estabilidad que España necesita. Un verdadero Rubicón para todos nosotros convencidos de la importancia de estos Presupuestos, más allá del cortoplacismo y el victimismo improductivo.
Seamos conscientes del momento histórico. Hemos vuelto a asombrar al mundo con una recuperación por la que nadie apostaba en tan corto espacio de tiempo. Apuntalemos ahora la recuperación para que los primeros beneficiados de la misma sean las personas. Ese lado humano de los números que muchas veces olvidamos, pero que es el principal acicate de nuestra acción política.
