Agua, fuente de vida
Avanzamos por la estación otoñal y el régimen de precipitaciones sigue, en esta tierra nuestra, en una alarmante situación que dispara todas las alarmas. Leonardo da Vinci ya nos advertía que "El agua es la fuerza motriz de toda la naturaleza", es fuente de vida y su escasez hace peligrar toda la biodiversidad. La Comunitat Valenciana cuenta con dos Cuencas Hidrográficas, declaradas en situación de sequía desde el 9 de mayo de 2015, la del Segura y la del Júcar.
La reserva hidráulica española está en el 37'9% de su capacidad total, a mediados de octubre. En la Cuenca del Segura, la reserva está en el 14% y en la del Júcar, al 25'4%. Ante esta situación de extrema gravedad, a la que se suma la Cuenca del Duero, por inverosímil que parezca, el Gobierno de España ha puesto en marcha medidas excepcionales, que ahora se ven culminadas con la tramitación parlamentaria del Proyecto de Ley por el que se adoptan medidas urgentes para paliar los efectos producidos por la sequía en determinadas Cuencas Hidrográficos, como las tres citadas.
Una acción decidida desde el primer momento, movilizando reservas adicionales para nuestras Cuencas. Así hemos conseguido que no hubiera restricciones en estos cuatro años de sequía, como ponía en valor nuestra Ministra García Tejerina, desarrollando más de 28 actuaciones de emergencia, por un valor superior a los 83 millones de euros.
El año hidrológico (1/10/2016 – 30/09/2017), ha finalizado con un déficit de precipitaciones de un 14% sobre el valor normal en ese período. Esta falta de precipitaciones ha provocado una sequía agronómica, con una alarmante repercusión sobre nuestros cultivos, aumentando la presión sobre el eslabón más débil de la cadena alimentaria.
Por ello debemos seguir apostando por mejorar nuestro sistema de Gobernanza del Agua. El mismo que ha demostrado su capacidad de adaptación al medio, a partir de un sistema de gobierno basado en la planificación, la participación pública, el desarrollo tecnológico y la innovación. Un sistema que ha permitido desde hace más de dos mil años, garantizar la seguridad en el suministro.
De ahí la importancia en perseverar en el objetivo irrenunciable de alcanzar un Pacto Nacional del Agua. Una prioridad que debe ser considerada y tratada como una verdadera política de Estado. Un Pacto que cuenta con un extraordinario trabajo previo. La aprobación en un tiempo récord de los Planes Hidrológicos de Cuenca del segundo ciclo, vigentes hasta 2021, con más de 10.000 medidas y una inversión estimada en 20.000 millones de euros.
Un esfuerzo transversal, con un gran espíritu colaborativo por parte de todos los implicados, conscientes de la importancia del mismo para poder seguir desarrollando los cuatro ejes en los que se centra el Pacto Nacional del Agua: el cumplimiento de los objetivos ambientales fijados en dichos planes de cuenca; la puesta en marcha de los planes de gestión de riesgo de inundación; el impulso y avance en materia de gobernanza del agua y la atención de las demandas y los déficits hídricos. Un esfuerzo que nos compromete a todos. Un esfuerzo necesario para seguir avanzando en la sostenibilidad de nuestro mundo rural.
