El Serradal
Muchas han sido las ocasiones que, en reuniones con personas preocupadas por la cultura y costumbres de nuestra Ciudad, hemos tratado de analizar ciertas definiciones de un vocabulario que nos identifica. Recuerdo aquella ocasión en que pretendíamos traducir al Castellano, de forma literal, la palabra “aiguamoll”, o “Clot de la Mare de Deu”.
Pues bien, hace ya algún tiempo, un grupo de personas, preocupadas por todo aquello que en ocasiones se pierde, recopilamos parte de la obra de un poeta y gran epigramista de nuestra Ciudad ya fallecido. Entre los trabajos del “escudriñado” encontré algo que me llamó mucho la atención, y teniendo en cuenta que no era un trabajo de los que se pretendía publicar, guardé una copia en mi “armario”, que hoy, como homenaje a Pepe Aymerich Tormo, me permito llevarlo a esta columna que me brindó en su día elperiodic.com, para que, personas como mi buen amigo Gustavo Ferrada y otros estudiosos de las costumbres y cultura de nuestro Pueblo, disfruten con la lectura de las definiciones que nuestro personaje hizo en su día del “Serredal” o “Serratella”.
Es obvio que no es mi intención entrar en polémicas de si lo que escribió Pepe en su día, es o no la definición exacta de lo que es el Serredal o Serratella, pues mi intención es simplemente sacar a la luz aquella preocupación que siempre tuvo Pepe, de dar a conocer algo de lo que él era conocedor, y por supuesto, siempre con aquella gracia que le caracterizaba.
Decía nuestro “escudriñado” que a la faja o extensión de terreno que paralelamente linda con el mar, se la denomina en Burriana “SERREDAL”.
Mas ¿De donde viene la palabra? ¿Por qué se llama así a ese terreno bajo o marisma que, para ser agrícolamente productiva, necesita ser drenada mediante “sequiols”?
Para ello deberemos estudiar un poco el vocabulario del Valenciano de nuestro Pueblo y así nos daremos cuenta que:
1º.- A la arena que en Valenciano se la llama “sorra”, pertenecen, por lógica derivación, además de “sorrós” (arenoso) y “sorrosa” (arenosa), “SORRAL” o arenal.
Por otra parte y, referido a terrenos que están integrados por, o llenos de una pluralidad cualquiera, el Valenciano nos ofrece ciertas denominaciones que, terminadas en al, son el resultado de una unión del singular con dicha partícula.
Así pues, de un terreno con una plantación de “pereres” diremos que es un “pereral”. A otro de “tarongers”, un “tarongeral”. A una extensión llena de “brossa” o “malea” diremos que es un “brosegal”, como por iguales motivos diremos que un terreno lleno de, o integrado por “pedres” es un “pedregal”.
Sentadas estas premisas (dice el autor), nos queda por considerar que, dada la naturaleza de la tierra del “Serredal”, ínfima en cuanto a calidad por estar “enarenosada”, más bien que por ser “arenosa”, pudiese decir, el Valenciano de entonces, que en lugar de tierra “sorrosa”, (arenosa), era una tierra “sorruda”, que si bien es una adjetivación impropia, suena, no obstante, más despectiva, que es, al fin y al cabo, lo que pudo buscar instintivamente quien, al contemplar la infértil, arenosa o enaresonada extensión del “sorramoll”, lo llamase “SORRUDAL”.
Después de esto, ya no es tan difícil pensar que, por comodidad fonética, la o y la u de “sorrudal”, se transformasen en las es de “SERREDAL”.
2º.- Basándonos (dice el autor) en que, es “Serredal” la partida de la “Serratella”, como se la denomina en Burriana, y de “Les Serratelles”, como se la denomina en su continuación ya dentro del término de Nules, debemos fijarnos en que la palabra “serradella” le es asignada, como nombre vulgar, a una planta de la familia de las leguminosas que se utiliza como planta “forrajera”. Deberíamos de investigar, si entre la flora del “sorramoll” abundaba tanto la “serradella” para que, el “Serredal” de hoy, fuese una deformación del, en su día, “Serradellal”.
3º.- En Valenciano se le llama “Serrell”, al fleco, flequillo, flocadura o cairel.
Las tierras bajas del “Serredal” eran, antes de sanearlas, todo un conjunto de ciénagas que, como insalubre festón, aparecían con sus entrantes y salientes, en dentado aspecto de brazos de tierra y de “goles”, (flecos de tierra laminados por el mar).
Dotados de esa prontitud imaginativa acertada y poética que, a los Levantinos, nos hace captar en las cosas nuestro sentido artístico, ¿Sería muy extraño que a esas, por demás entrañables, marismas, les hubiesen llamado nuestros antepasados “Serrellal o terreno de “flecos”?
Esta última hipótesis no será creíble. Es retorcida…¿Pero verdad que es bonita?
Así termina la definición que Pepe hizo del Serredal o Serratella.
Cada lector queda en libertad de dar su opinión. A mi, únicamente me mueve el interés de seguir escribiendo artículos que nos traigan recuerdos de grandes personajes que destacaron en nuestra Ciudad por su inquietud, y que hoy, como bien dice Roberto Roselló en su artículo del dia 3 de Noviembre, ya se encuentran en “l’altra Burriana”.
Por todo ello, y para que por medio de la lectura podamos cruzarnos con Pepe en cualquier callejón de nuestra Ciudad, he querido reproducir aquello que encontré en un folio medio amarillento dentro de una carpeta de plástico roja llena de papeles y recortes de periódico que, a no dudar, es la gran caja de caudales que dejó para todos nosotros el entrañable Pepe. Les consta a sus hijos, que esta caja de caudales está guardada en lugar preferente en mi propia casa y, por supuesto, a su disposición.
el dia de sant Nicolau cantarem tots junts el "Sant Nicolau, santo bendito, etc, etc. pero cuan diu "cuatrocientos para el caballo", aixó no acaba de cuadrar. Diuen si es diu "cuatro asientos"; altres diuen que es diu "cuatro piensos para el caballo". Li vaig preguntar a Vicent Franch i no va saber contestar.. La meua pregunta es: ¿Com podriem saber el verdader text de la cançó de Sant Nicolau? La pregunta va també per al meu cosí Roberto Roselló. A vore si entre tu y Paco me podéu enviar a bon port.