La hora de la verdad
A mis años, después de haber pasado por infinidad de situaciones, me rebelo contra aquellos que no tienen fe en la gente joven que lucha por mejorar en lo posible aquello que, a todas luces, está mal, aunque soy de los que piensa que ni todo está tan mal, ni tampoco que es oro todo lo que reluce.
En esta Ciudad (mi querida Burriana), nos conocemos todos, o casi todos, o al menos conocemos quienes fueron nuestros antepasados, a no ser los de aquellos que por motivos de la inmigración, llegaron aquí con posterioridad.
Los componentes del P.P.; P.S.O.E.; Compromís; Se Puede; Cibur y Ciudadanos, van a tener que llevar el timón de nuestra Ciudad, para, como diría un buen Almirante, llegar a Puerto sin que el barco sufra desperfectos.
Lo que recogerán ¡Ahí está! No podemos hacerlo desaparecer de la noche a la mañana y deberemos tener en cuenta que hasta la viruela deja secuelas, por lo que, con ellos a la cabeza, seremos los Ciudadanos los que con nuestra crítica o aprobación, les ayudaremos a que vaya desapareciendo cada vez más aquello que no nos gusta a nadie.
A mí, por supuesto, no me gusta que se hipoteque la Ciudad con proyectos totalmente irrealizables o faltos de la más mínima coherencia, por cuanto, es una opinión muy personal, nada bueno hemos conseguido con esos macro proyectos que después de tantos años se encuentran en una situación más precaria que cuando se iniciaron.
¡Ahora bien! Pensar a estas alturas si tendremos Alcalde o Alcaldesa, nada resuelve, ni me importa, pues llevar el bastón en las procesiones, o cortar la cinta en una inauguración, es tan simple como subir las seis plantas de un edificio utilizando el ascensor, pero lo malo en este caso sería que, cuando hayamos alcanzado la tercera planta, se vaya la luz y no tengamos a nadie en la finca que nos saque de allí. Lo digo por propia experiencia, y es la luz la que no se les debe apagar a estos jóvenes que, aun siendo distintos en sus ideologías, se inician en esta nueva aventura, independientemente que al BUZÓN le llamemos BUSTIA o al ALCANTARILLADO, CLAVEGUERAM, ¡Qué más da! Todo se dará por bueno si al final son capaces de meter a cada cosa en su lugar, o sea, la carta en el buzón o bustia y la mierda en el alcantarillado o claveguerám.
Siempre me ha gustado contar a los más jóvenes, aquella historieta del padre que se molestaba por las preguntas que le hacía su hijo cuando regresaba del Colegio, hasta que un día recortó en pedazos pequeños un mapamundi que venía en el periódico y se lo entregó a su hijo a modo de puzle para que lo compusiera, pensando que, para ello, necesitaría dos meses como mínimo. A la media hora se vio sorprendido con la presencia de su hijo que le llevaba el puzle correctamente montado. Le preguntó entonces como lo había conseguido teniendo en cuenta además que, por su corta edad, ni tan siquiera conocía el mundo. El hijo le contestó diciendo que efectivamente él no conocía el mundo, pero al observar que por la parte trasera se adivinaba la silueta de un hombre, se limitó a componer al hombre y con ello se arregló el mundo.
¡Buena suerte y al toro!
Cuanta sensatez en el articulo. Solo añado que ahora tocar hacer lo que yo muchas veces he comentado con mis amigos. El que gana, que solo es el que mas votos ha conseguido, debe de llevar a la practica su programa sin olvidar el de los otros partidos, y hacer algo por los que no han ido a votar, y así intentar que la próxima vez voten.