El culto a la lactancia

He estado siguiendo, desde que se publicó en prensa, el tema del amamantamiento de un bebé en uno de los vasos existente en las instalaciones de la Piscina Municipal de nuestra Ciudad.

No entraré en si el "vaso" de una piscina municipal es el mejor sitio para amamantar a una criatura, y apoyaré por supuesto la libertad que asiste a la madre para elegir el lugar más adecuado para darle el pecho a su bebé, independientemente de las condiciones de salubridad e higiene que, por supuesto, las elige ella y no su hijo. ¡¡Faltaría más!!

En mi juventud, las madres amamantaban a sus hijos hasta casi la edad en que ellos mismos podían pedirlo. Ninguna polémica ni situación de rechazo se producía por cuanto, entre otras cosas, la madre, que conocía perfectamente las horas en que debía de amamantar a sus hijos, se organizaba para poder darles el pecho sin que pudiera producirse una situación de estrés que, a no dudar, en nada favorecía al bebé. No hizo falta tampoco ninguna reivindicación, pues, "el dar la teta", era de lo más natural.

De acuerdo con lo que he leído en el blog de "lactanciaenlibertad.org", me hago muchas preguntas, pues se dice, o al menos yo así lo he interpretado, que al bebé hay que amamantarlo en el momento que lo pida. Yo tenía entendido, por cuanto así lo viví con mis hijos, que entre "toma y toma" debían de pasar unas horas. Si ahora no es así, y hay que amamantar al bebé cuando él lo pide, el sacrificio de las madres es, a todas luces, encomiable.

Y es ahora cuando me pregunto: Imaginemos a una deportista de élite que es madre de un bebé de un año de edad y tiene que correr una maratón ¿Parará para amamantar a su hijo por cuanto es en el preciso momento de la carrera cuando se lo pide? ¿Se parará un partido de fútbol femenino por cuanto tres de las jugadoras de uno de los equipos son requeridas por sus hijos desde la banda, pidiendo ser amamantados? ¿Se meterá en la piscina una jugadora de Waterpolo junto con su bebé para amamantarle mientras juega, por cuanto se lo pide en ese momento?

Pienso que en temas tan delicados como el que ha sido motivo de todos los comentarios vertidos en el blog de lactanciaenlibertad.org, así como en prensa y otros medios de comunicación que han divulgado esta noticia, debería tenerse la sensatez suficiente para no caer en el ridículo, además de evitar que, amparándose en esta noticia, se publiquen comentarios como el que aparece en dicho blog, remitido por una tal Davinia el día 9 de Marzo, en el que se dice: Bueno es que es Burriana con eso ya se dice todo, este Pueblo son unos retrasados todos o la gran mayoria (sic).

Estos comentarios son, al menos, subsumibles de un supuesto delito de injurias "graves", de los que podrían ser responsables, tanto la persona que los ha vertido, como el blog que ha permitido su difusión, pues el mismo derecho tenemos los vecinos de esta Ciudad de defender nuestra dignidad, como las madres de reivindicar la lactancia de sus hijos con total libertad, siempre y cuando se analice, por la propia madre, cual es el lugar y el momento más adecuado para ello, pues no sería nada conveniente que una mujer paracaidista tuviese que amamantar a su bebé en el preciso momento de tirarse desde el avión por el simple hecho que, en ese preciso momento, se lo pidiera su hijo. Yo, por supuesto, para defender la integridad del bebé, me opondría a la decisión de la madre.

Alguien podrá decirme que "estoy meando fuera del tiesto", pero es que cuando me entran las "ganas" no me puedo aguantar, pero ¡TRANQUILOS! que esto me pasa por la edad y además, ¡Yo no voy a la piscina!