El corralito
Después de unos meses de descanso, en cuanto a publicar artículos en esta columna de opinión se refiere, nuevamente vuelvo a vérmelas con el teclado del ordenador, y en esta ocasión, para ponerme totalmente en favor de los comentarios de Mariola Aguilera, pues lo cortés no quita lo valiente.
Es mi intención apoyar el artículo que sobre las quejas de Mariola se ha hecho igualmente en este periòdic y anunciar, a voz en grito, lo que está ocurriendo, un día sí y otro también, en los alrededores del monumento a Chicharro que tenemos frente a la Caja Rural.
No hace más de dos meses, sufrí en mis carnes, las amenazas e insultos de estos "energúmenos" por el simple hecho de recriminarles que, a media tarde, estuviesen "meando" (que no haciendo aguas menores) detrás del panel cerámico, al que además golpeaban fuertemente mientras lanzaban gritos de forma reiterada diciendo... ¡Policía! ¡Vinguen a per este que está pixant!
Al pasar por delante mismo del panel, no pude aguantar mi indignación y me pronuncié diciendo... ¡Pareix mentira!
Esto fue suficiente para que alguien que formaba parte de aquel grupo de individuos, se separara del mismo y me siguiera mostrando una indignación propia de aquel a quien han condenado a treinta años de privación de libertad sin motivo que los justifique, quien, profiriendo toda clase de insultos hacia mi persona, iba acordándose de todos mis familiares más próximos.
Alguien que por allí pasaba, me advirtió que pasara olímpicamente de él, por lo que seguí caminando por la calle de San Vicente y al llegar a la altura de la farmacia, viendo que no le hacía ni puto caso, dio media vuelta y regresó a su "corralito".
Con mi actitud, este gusano de mierda, pudo demostrar su "hombría", quedando como un "tío macho" frente al grupo de "gusanos" que le hacían el coro. ¡Habéis visto que pronto se ha "cagado" ese tío! Les repetía.
A mi regreso, pasé por la misma acera y los encontré hablando a gritos y bebiendo, quien sabe que porquería. El cuadro, que podríamos titular "Las bestias andan sueltas", era para filmarlo.
Este trayecto, que suelo hacer con relativa frecuencia, me permite avalar los comentarios de Mariola Aguilera, pues esta "gentuza" sigue campando a sus anchas hasta el extremo que, hace unos días, los encontré jugando al futbol a unas horas de gran afluencia de personas que, bien por atender sus negocios o por simple recreo, se mueven por esos alrededores.
Pero es que además esta "gentuza", actúa sin escrúpulo alguno en uno de los lugares más emblemáticos de nuestra Ciudad, dando una imagen que en nada nos favorece.
Desconozco como se podría, desde el propio Ayuntamiento o desde la Policía Local, acabar con estos abusos, pero estoy seguro que si un día, mi amigo Serafín y un servidor, nos pasáramos de "rosca" por motivos de una celebración, y se nos ocurriera parar a mear y a jugar a futbol frente al monumento a Chicharro, podríamos acabar en el "Cuartelillo", de donde no saldríamos hasta purgar nuestra osadía.
Si como dice Mariola, esta es la imagen que queremos dar de nuestra Ciudad (Por aquello de nuestro "mal nom" o "alias") (que no gentilicio) comprendo que a estas gentes se las deje campar a sus anchas, y es más, si el motivo de no "despejar" la zona, es para darnos a conocer con más claridad, propongo se les asigne una subvención de por vida, pues tengo claro que nadie podría hacer el "cerdo" mejor que ellos.
Por mi parte, si Mariola me apoya, voy a ofrecer a tan distinguida "manada", el hacer un día entero de "Botellón" y algo más, para, previo el permiso correspondiente del grupo, poderles filmar y pasar luego la filmación en la Casa de la Cultura, eso sí, previo pago de la entrada correspondiente o, en todo caso, vender dicho material a cualquier cadena de televisión para hacer un programa similar al del "follonero", pues más "folloneros" que este grupo creo que no los encontraremos en toda nuestra geografía.
Estimo que ocho fines de semana de proyección, o una buena negociación en la venta del material conseguido en la filmación, nos podría dar lo suficientes para cancelar el déficit tan importante que mantiene nuestro Ayuntamiento.
¡Bueno! ¡Entiéndanme! Me refiero al déficit económico, pues existen otros que, por lo visto, son más difíciles de resolver.
De ánimo, sí. Porque veo que en este nuestro pueblo de nuestros pecados, nunca vamos a estar de acuerdo en nada, más que votar siempre a los mismos, porque se ve que nos gustar que nos den por ahí... ¡¡ Claro, como ahora está legalizado...¡¡. No te desanimes, pues aunque no nos asomemos por aquí, creo somos muchos a los que nos gusta que se denuncien las cosas mal hechas. Un fuerte abrazo Paquele.