OPINIÓ
En Burriana nos regimos por la Ley del PP y la Jurisprudencia del PSOE
25/08/2008
- El día 21 de Agosto, de este año del Señor, me di cuenta que actualmente, los que mandan deben formar parte de alguna “banda” musical. ¿Por qué? Pues simplemente por aquello que decían nuestros mayores cuando uno no quería saber nada de lo que ocurría; ¡Ah! Jo soc music. Y es que los políticos y las autoridades actuales se enteran únicamente de lo que quieren. ¿Qué no es así? ¡Lean, lean! ¡Bueno! Si les gusta el artículo. De lo contrario pasen olímpicamente. ¡Mira que casualidad! Les juro que no estaba pensando en ninguna medalla de ORO. ¡Pero bueno! ¡Vamos al grano!
En una frutería situada en el Camí d’Onda, esquina con la calle de la Saleta, se hicieron retirar, en la fecha mencionada en el encabezamiento, y por autoridad “competente”, unas cajas de fruta que, arrimadas al inmueble, ocupaban parte de la ancha acera allí existente.
Si efectivamente este establecimiento carecía de autorización para tener expuestas las cajas de fruta ocupando parte de la acera, me parece “cojonudo” que obligaran al dueño a retirarlas. Pero ¿Es que en esta Ciudad únicamente ocupa parte de la acera la fruta de este establecimiento?
No quiero que piensen que tengo participaciones en dicho negocio ¡Vamos! Ni las tengo, ni conozco a su dueño, pero me choca. Sí, si. Me choca que en tan pocos días que permanece abierta esta frutería, ya les hayan “pillado”. ¡Joder! ¡Vaya con la eficacia de los servicios Municipales! Después de observar como la Autoridad “competente”, cumplía con su deber, me vino a la mente aquel empleado del Ayuntamiento que, cuando yo apenas tenía quince años, se ocupaba de ir vigilando los establecimientos de la Ciudad para que cumplieran el horario de apertura y cierre a “rajatabla”. En tantos que había, los “pillaba” a todos, no como ahora que “pillan lo que pillan”. Este funcionario que en aquellos tiempos causaba furor, se apodaba ¡El Gallego!
El día 21, quedé “encantado” de la eficacia de la autoridad. ¡Bueno! Encantando de “encantamiento” que no de satisfacción, porque ¡Pobre hombre de la frutería! ¡Con lo bonita que estaba esa esquina con la fruta en la acera! Pero bueno ¡Autoridades tiene….el Ayuntamiento! Y procedimientos ¡Por supuesto!
No obstante, desde entonces me pregunto ¿Qué deberé hacer para que me hagan caso a mí también? Porque lo de la frutería ha debido ser alguna queja de alguien que ha tropezado con algún melocotón. Como la señora que reclamó por caerse en una rampa por estar demasiado “mojada por la limpieza”, o por la lluvia ¿No les parece? Entremos pues en materia.
Se dice que el delito de prevaricación es el que cometen los funcionarios públicos al faltar, a sabiendas o por ignorancia inexcusable, a las obligaciones y deberes de su cargo. (Otros tendrán otras definiciones pero, para hoy, a mi me sirve esta).
Pues bien. Si la frutería ocupaba parte de la acera sin tener autorización y a los pocos días les “pillaron”, obligándoles a retirar el género y tenerlo “metido” en su establecimiento ¿Qué pasa con estos vehículos que ven Vds. en la foto que, un día si y otro también, están impidiendo que los peatones podamos circular por la acera, con el consiguiente peligro que, al vernos obligados a “andar” por el centro de la calle, podamos ser atropellados por aquellos que recorren, en ocasiones, más de treinta metros haciendo marcha atrás para salir de la “ratonera”?
En una frutería situada en el Camí d’Onda, esquina con la calle de la Saleta, se hicieron retirar, en la fecha mencionada en el encabezamiento, y por autoridad “competente”, unas cajas de fruta que, arrimadas al inmueble, ocupaban parte de la ancha acera allí existente.
Si efectivamente este establecimiento carecía de autorización para tener expuestas las cajas de fruta ocupando parte de la acera, me parece “cojonudo” que obligaran al dueño a retirarlas. Pero ¿Es que en esta Ciudad únicamente ocupa parte de la acera la fruta de este establecimiento?
No quiero que piensen que tengo participaciones en dicho negocio ¡Vamos! Ni las tengo, ni conozco a su dueño, pero me choca. Sí, si. Me choca que en tan pocos días que permanece abierta esta frutería, ya les hayan “pillado”. ¡Joder! ¡Vaya con la eficacia de los servicios Municipales! Después de observar como la Autoridad “competente”, cumplía con su deber, me vino a la mente aquel empleado del Ayuntamiento que, cuando yo apenas tenía quince años, se ocupaba de ir vigilando los establecimientos de la Ciudad para que cumplieran el horario de apertura y cierre a “rajatabla”. En tantos que había, los “pillaba” a todos, no como ahora que “pillan lo que pillan”. Este funcionario que en aquellos tiempos causaba furor, se apodaba ¡El Gallego!
El día 21, quedé “encantado” de la eficacia de la autoridad. ¡Bueno! Encantando de “encantamiento” que no de satisfacción, porque ¡Pobre hombre de la frutería! ¡Con lo bonita que estaba esa esquina con la fruta en la acera! Pero bueno ¡Autoridades tiene….el Ayuntamiento! Y procedimientos ¡Por supuesto!
No obstante, desde entonces me pregunto ¿Qué deberé hacer para que me hagan caso a mí también? Porque lo de la frutería ha debido ser alguna queja de alguien que ha tropezado con algún melocotón. Como la señora que reclamó por caerse en una rampa por estar demasiado “mojada por la limpieza”, o por la lluvia ¿No les parece? Entremos pues en materia.
Se dice que el delito de prevaricación es el que cometen los funcionarios públicos al faltar, a sabiendas o por ignorancia inexcusable, a las obligaciones y deberes de su cargo. (Otros tendrán otras definiciones pero, para hoy, a mi me sirve esta).
Pues bien. Si la frutería ocupaba parte de la acera sin tener autorización y a los pocos días les “pillaron”, obligándoles a retirar el género y tenerlo “metido” en su establecimiento ¿Qué pasa con estos vehículos que ven Vds. en la foto que, un día si y otro también, están impidiendo que los peatones podamos circular por la acera, con el consiguiente peligro que, al vernos obligados a “andar” por el centro de la calle, podamos ser atropellados por aquellos que recorren, en ocasiones, más de treinta metros haciendo marcha atrás para salir de la “ratonera”?
(Es fácil de adivinar este lugar ¿Verdad que sí?)
Y es que, a mayor “inri”, las propias Autoridades, instalaron una señal que prohíbe el estacionamiento en la zona, y marcaron la bifurcación con rayas amarillas, que se supone se hicieron para prohibir estacionar encima de las mismas. Todo se lo pasan por “el forro” y las Autoridades ni por el “forro” pasan. Así es que, a estos vehículos, nunca les “pillan”, o tal vez de uvas a peras, como al amor frutero. ¡Ah, claro! Será porque la fruta atrae por su olor y los vehículos no. ¿O quizás será porque la zona, a pesar de las señalizaciones prohibitivas, sirve de aparcamiento privado para clientes de algún establecimiento en concreto? ¡No se. No se! Trataré de consultar con “las bolas” de Rapel.
No obstante, después de lo que pude ver en la frutería, lo tengo todo más claro. Este “no actuar” con los vehículos debe ser ¡Tolerancia! Y ha sido ahora, al ponerme a escribir este artículo, cuando me he dado cuenta de lo poco tolerante que soy, pues es posible que por un simple “bujero” que se me ha hecho en el estómago, por el que se me escapan los “jugos gástricos”, esté haciendo un “folletín” interminable, pero al igual que aquel buen hombre que, en una mañana fría del mes de Enero, quería arrimarse a la hoguera para calentarse y no le dejaban los que allí “se calentaban”, yo también aguanto y digo en voz alta…¡Ja vindrán els meus! Los de aquel buen hombre resultaron ser, los meses de Julio y Agosto. Por lo tanto, que no mal piense nadie porque, en este tema, “los míos”, son los meses de invierno, por cuanto al no tener tanta actividad quien se aprovecha en verano de la “poca vista” de las Autoridades, mis vecinos y yo, con el frío, vivimos de ¡Frutísima madre! ¡Si, si! De Frutísima. Como el señor de la frutería del Camino de Onda, esquina con la calle de la Saleta, quien, al ser “exhortado” por las Autoridades para “meterla toda dentro”, cumplió el mandato y disfrutó mogollón, pues… ¡La metió, la metió!
Pero a todo esto, los del PSOE de Burriana, “sentando Jurisprudencia” dicen, que en la Administración Pública, hay que seguir los procedimientos que marca la Ley, en cuanto a expedientes de contratación de servicios, y claro, los que mandan se ve que les han hecho caso ¡qué raro! y no aplican la Ley para nada más. ¡Qué pena!
No obstante, después de lo que pude ver en la frutería, lo tengo todo más claro. Este “no actuar” con los vehículos debe ser ¡Tolerancia! Y ha sido ahora, al ponerme a escribir este artículo, cuando me he dado cuenta de lo poco tolerante que soy, pues es posible que por un simple “bujero” que se me ha hecho en el estómago, por el que se me escapan los “jugos gástricos”, esté haciendo un “folletín” interminable, pero al igual que aquel buen hombre que, en una mañana fría del mes de Enero, quería arrimarse a la hoguera para calentarse y no le dejaban los que allí “se calentaban”, yo también aguanto y digo en voz alta…¡Ja vindrán els meus! Los de aquel buen hombre resultaron ser, los meses de Julio y Agosto. Por lo tanto, que no mal piense nadie porque, en este tema, “los míos”, son los meses de invierno, por cuanto al no tener tanta actividad quien se aprovecha en verano de la “poca vista” de las Autoridades, mis vecinos y yo, con el frío, vivimos de ¡Frutísima madre! ¡Si, si! De Frutísima. Como el señor de la frutería del Camino de Onda, esquina con la calle de la Saleta, quien, al ser “exhortado” por las Autoridades para “meterla toda dentro”, cumplió el mandato y disfrutó mogollón, pues… ¡La metió, la metió!
Pero a todo esto, los del PSOE de Burriana, “sentando Jurisprudencia” dicen, que en la Administración Pública, hay que seguir los procedimientos que marca la Ley, en cuanto a expedientes de contratación de servicios, y claro, los que mandan se ve que les han hecho caso ¡qué raro! y no aplican la Ley para nada más. ¡Qué pena!
¡Abur! y hasta la próxima.
Dedicado a mi buen amigo PACO JUAN
(Paco el Guardia) quien en cierta ocasión, estando de servicio,
me salvó del infarto al rescatarme del ascensor en donde
quedé atrapado, durante más de media hora, junto
con dos personas más, en un piso de la C/ San Vicente.
Dedicado a mi buen amigo PACO JUAN
(Paco el Guardia) quien en cierta ocasión, estando de servicio,
me salvó del infarto al rescatarme del ascensor en donde
quedé atrapado, durante más de media hora, junto
con dos personas más, en un piso de la C/ San Vicente.
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Sr. Ventura, he estado leyendo todos sus artículos, y la verdad es que me he reído mucho de sus anécdotas y de sus vivencias, mi padre ya me comentó que nombraba a mi abuelo, y como bien se recuerda un hombre pausado y con su pipa, no pude disfrutar muchos años de él, pero al leer su comentario y recordar la "pipa" me ha entrado mucha nostalgia de recordarlo cuando iba a verlos y siempre estaba con su fumando con su "pipa". Muchas gracias. De vez en cuando es bonito recordar lo que en Burriana se vivió en otras épocas y con otras dificultades...