Las supermanzanas

Hace unos años se pensó que una de las formas para luchar en las ciudades contra los efectos del cambio climático en el que nos encontramos era crear supermanzanas. Agrupar cuatro o mas manzanas en una sola actual, restringiendo el tráfico interno y repoblando las calles con árboles que den la sombra necesaria para rebajar la temperatura. Lo que se llama efecto isla de calor.

Parecía que era una solución urgente, fácil, necesaria, lógica, moderna, inteligente… Sin embargo, esta idea ha tropezado con un cambio generalizado de gobiernos municipales de derechas con las ultraderechas.

Como es usual en esta España en la que vivimos, lo que hicieron los gobiernos de otro color en el pasado debe ser borrado del mapa. Más aun cuando uno de los socios del nuevo gobierno cree que eso del “Cambio Climático” es una milonga de los progres.

Las olas de calor, es algo normal que antes también se daba. Las DANAs solo son las gotas frías de toda la vida. Lo de los 1000 litros por metro cuadrado que cayeron en Grecia después de los salvajes incendios que sufrió el país heleno pasa cada cierto tiempo, todos los siglos alguna vez como mucho.

¡Ah! Y el CO2 es necesario para los árboles y nosotros somos carbono en gran parte de nuestro cuerpo. Por lo tanto, el anhidrido carbónico es bueno, dicen los ultraconspiranoicos.

Pues nada, ya están cargándose los carriles bici y las supermanzanas. El calor de los futuros veranos en las ciudades lo tendremos que solucionar con aire acondicionado. Más electricidad para los nuevos aparatos. Incrementando la energía necesaria. Pero el “negoci és el negoci”.