En resumen
Decir que este año que hemos pasado ha sido bueno sería faltar a la verdad. Pero no ha ido todo mal. Desde el punto de vista urbanístico en Castelló de la Plana ya dispone de un PGOU completo que da seguridad jurídica a los ciudadanos, modernidad a su proyecto de ciudad, soluciones al problema de la Marjalería y transparencia para todos. Un plan bien traído de la mano del concejal delegado de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Área Metropolitana, José Luís López.
El Aeropuerto de Castelló acaba el año con un Plan Especial de su Área Logística, aprobado por la Generalitat, que disparará el parque empresarial vinculado al sector aeronáutico y potenciará en todos los aspectos industriales, a este antiguo juguete roto del PP, al convertirlo en un punto estratégico y vital para la provincia de la mano de su directora Blanca Marín.
Un Port de Castelló, con una próxima estación de tren intermodal aneja, con suelo industrial para su crecimiento, y con un proyecto industrial y logístico que lo puede equiparar a cualquiera de los importantes puertos del Mediterráneo, dirigido por el presidente de la Autoridad Portuaria, Rafa Simó.
Por fin se han desbloqueado los proyectos que nos permitirán tener energía renovable no contaminante, y reduciendo nuestra dependencia de las energías fósiles y nuclear, de manos de la Consellera Rebeca Torró.
Y hemos puesto en marcha la Agència Valenciana de Protecció del Territori, de manos de su director-gerente, Manolo Civera, para que no se hagan más barbaridades en nuestra provincia.
No es un mal panorama. Aprovechémoslo. Feliz fin de año.
