Una olímpica chorrada
Si eres de Onda y quieres ir al que Carmina Ballester ha bautizado como el “Bosque Olímpico” primero deberás coger un plano para saber dónde está. Yo te lo digo: es una antigua zona verde de escasos 30.000 m2 en medio de un polígono industrial. A cuatro kilómetros del centro de Onda y a dos del “desmonte”. Sin un mísero carril bici por el que puedas llegar con facilidad. Por lo tanto, cumple la primera regla olímpica: Más lejos.
Ya lo dijo el Barón de Coubertain en la inauguración de los primeros Juegos de la Edad Moderna será “Más lejos, más alto, más rápido”, Y, como es “olímpico”, en tu mente te imaginarás un frondoso bosque con árboles de 15 metros de alto, que casi no deje pasar el sol. Sin embargo, los plantones de oliveras que hemos visto que han plantado, robado, y vuelto a plantar no tienen más de un par de años.
Y aquí es dónde falla la regla olímpica de “más alto”. Para que una olivera llegue a tener 10 metros de alto deben pasar décadas, si están bien regadas y podadas, cosa que no se suele dar en los bosques y sí en los jardines.
Vamos mal los más mayores para ver allí alguna vez algo más que un huerto de oliveras.
Nos falla también lo de “más rápido”. ¿has escuchado alguna vez eso de las oliveras milenarias? Pues eso es lo que vas a tardar en ver algo parecido a un huerto de oliveras que valga la pena.
La propaganda oficial, eso sí, nos marea un poco: no sabremos si habrá “Mil especies de árboles autóctonas diferentes” o simplemente “mil árboles”, mil oliveras. La próxima será plantar un bosque de naranjos autóctonos en el Central Parc. Una olímpica chorrada.