Los liberales
¡Cómo nos gusta manosear las palabras para que parezcan una cosa siendo otra! Ahora se está poniendo de moda un concepto que ya va rodando por el mundo desde 2010, pero que es ahora cuando los populismos de ultraderecha han considerado que es el momento de ponerlo en marcha: la democracia “iliberal”. No la democracia liberal que es la que algunos privilegiados en el mundo disfrutamos ahora, con sus derechos más o menos ejercidos y con sus elecciones libres.
Una democracia iliberal es en realidad más vieja que la tos. Busca aquello que los ilustrados del siglo XVIII querían de “todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. Vamos en realidad una dictadura con apariencia de democracia. Algo así como los EE. UU. de Trump, el Brasil de Bolsonaro o, en Europa, la Hungría de Orban. Son (o eran) democracias formales pero convenientemente dirigidas al recorte de derechos.
Ya sabemos que esas cosas de los derechos siempre ha sido una cosa de “rojos”. Tal como piensa nuestra ultraderecha los derechos del trabajador son un “peligro comunista”, los derechos de la mujer son un “peligro feminazi” y comunista. Le ponen el adjetivo comunista a cualquier cosa para que parezcan muy malos y con cuernos.
Los iliberales pretenden disfrazar una dictadura manipulada de democracia, e incluso llegan al Poder convenciendo a los votantes de que la cosa está muy mal y hace falta orden. Y cuando pierden las elecciones, porque se les ha visto el rabo, entonces piden que el ejercito dé un golpe de estado como en Brasil.
Intentarán engañarte una y otra vez a través bulos, whatsapps y tweets. Espero que no te conviertas en un iliberal si derechos.