Mal-educados
Cuando uno está a punto de conseguir aquello que anhela con toda el alma, se pone en funcionamiento la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein, y parece que el tiempo no pase. Que cada segundo sea una hora. Así están nuestros amigos del PP. Apunto de llegar. Sólo falta ese molesto trámite que son las Elecciones.
La impaciencia les hace desvelar aquello que están pensando hacer. En el laboratorio del ultraconservadurismo, que es la comunidad Valenciana, empiezan a salpicar las primeras gotas de ideología concentrada. A pocos días de las elecciones, el Consell está tramitando la Ley de Acompañamiento a los Presupuestos que, en uno de sus artículos, pretende aprobar la cesión de dotaciones públicas obtenidas a empresas privadas para crear colegios privado-concertados.
La falta de plazas públicas y los cientos de barracones en los que estudian nuestros hijos en la escuela pública, es una estrategia medida y calculada, con pingües beneficios económicos a corto plazo e inmensos beneficios ideológicos a largo plazo.
Así, un chaval o chavala que vaya a un colegio privado se encontrará con una educación deficiente, pero siempre tendrá la “libertad” de ir a un colegio concertado, que por regla general suele dar una educación “como Dios manda”. Y aquí es donde se produce el primer beneficio económico para aquellos que van a impartir la educación a nuestros hijos. Negocio privado en colegios privados –concertados sobre suelo público en el que se debió construir un colegio público.
El segundo beneficio tiene más peligro que la asignatura de educación para la ciudadanía para Rouco Varela. Imagínense, a la clase media llevando a sus hijos a colegios concertados, donde el sutil readoctrinamiento calará como lluvia fina. Y a los hijos de los trabajadores y parados con sus hijos en una escuela pública para mal- educados.