La dictadura de Pedro Sánchez
Una dictadura es una forma autoritaria de gobierno, caracterizada por una nula tolerancia hacia el pluralismo político y la libertad de prensa.
Después de acordarse de la madre del próximo presidente del gobierno, cantar unas cuantas coplas de cara al a sol, botar para que no les llamen socialistas y lanzar unas cuantas bengalas a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado (sus compañeros, según ellos) unos excitados chavales de bandera con agujeros al lomo, unas cuantas niñas de rubio champagne, que es el que triunfa entre las mujeres de derechas, y algunos corpulentos calvos con pasamontañas y algún que otro esvástico tatuaje, están diciendo que lo de Pedro Sánchez es una dictadura.
Pues no me cuadra la definición. Posiblemente haya más pluralismo político en el próximo gobierno que en la propuesta de Feijoo. Contemos: 121 diputados del PSOE, los 31 de Sumar, los 7 de ERC, los 7 de Junts, los 6 de EH Bildu, los 5 del PNV, el diputado de BNG y la diputada de Coalición Canaria. Es decir, 179 apoyos de pluralismo político.
Por la derecha: PP (137 escaños), Vox, escisión del PP (33) y UPN, la marca nacionalista del PP en Navarra (1) es decir, 171 apoyos de unidad de destino en lo universal.
Y es que, oír de fondo “Franco, Franco, Franco” mientras estás en una sede socialista y disfrutar de la libertad de prensa a través de los diarios, radios y TV oficiales de la extrema derecha retransmitiendo, debe ser una experiencia inigualable que nos debe recordar que la dictadura es otra cosa. Que perder incluso cuando es en el último penalti de la ronda de penaltis de una final, también es perder y te vas a casita pensando que eres el subcampeón.
