Carrera de corredores
Tres eran tres las vías o corredores que necesitamos para vertebrarnos con Europa: Una coincide con la que los romanos ya construyeron y que denominaron Vía Augusta (hoy Corredor Mediterráneo). Otra la que se llamó Camino de Santiago, creada en la Edad Media, y que hoy debería llamarse el Eje Cantábrico. Y, finalmente, otro corredor más moderno que sería el preferido de aquellos centralistas que ven a Madrid como única referencia en nuestra plural España: el Corredor Central.
Todos ello son necesarios, convenientes y vertebradores de la península Ibérica con el resto de Europa y fundamentales para el tráfico entre Europa y África y viceversa. Pero, lamentablemente, los recursos económicos son pocos. Los fondos europeos ya no dan para más. Y la próxima reforma de la Constitución, ya pactada entre los grandes, no pone en el horizonte perspectivas de que ni siquiera uno de los tres corredores llegue a la meta a corto-medio plazo.
Por lo tanto toca la competición geopolítica entre corredores. Y los castellanos, junto con los lusos, van a presionar lo indecible para conseguir que sea el Corredor Central el que gane esta carrera. Independientemente de cual de los tres ejes sea mejor para nuestro país.
Visto que Felipe González, se puso el AVE a Sevilla y Aznar a Valladolid, mucho me temo que el gallego Rajoy, si gana, también piense en darse un gustazo y nos pase hasta el corredor cantábrico.