¡Cabezones!
Pero como la consigna era no reconocer los errores cometidos, se dedicaron a hacer ficciones de que habían cumplido la sentencia. Todo ello para que tres años después el propio Tribunal Supremo les pusiera la cara roja (o al menos lo intentara). Pero ellos erre que erre, como Paco Martinez Soria, que para los más jóvenes les diré que era un actor del tardofranquismo y de la transición que se caracterizó por hacer comedias en plan pueblerino.
Y con otra sentencia del Tribunal Supremo, nuestro Alcalde y su concejal de Urbanismo decían que ellos no tenían que hacer nada. Que ya sería el Tribunal Superior de Justicia el que les diría que deben hacer. Pues bien, ya lo ha dicho: sencillamente hay que obedecer y punto.
Pero como son muy, pero que muy cabezones, todavía se sacaran de su enorme chistera alguna otra escusa. Que si Pepito me ha pegado, que si tengo jaqueca, que si la “seño” me tiene manía. Ya lo verán.
Mientras tanto, estos malos estudiantes de colegio de pago (lo pagamos entre todos) dejan a la Ciudad de Castellón si uno de los instrumentos que crean riqueza y orden: el Plan General.